『 Old Times 』

42 5 22
                                    

Bibbidi Babbidi
El tren está a punto de partir.

-Run Away / TXT.

Pasaron los días y la humana seguía sin comprender la amabilidad de los monstruos para con ella, pero no dudaba de Asriel, ya había notado lo dulce que era.
Y también los gobernantes.
Todos eran muy buenas personas.
Las últimas dos semanas habían estado conviviendo casi diario, la mayoría siempre acompañada del príncipe y la reina, pero había veces en las que se les unía también el rey, y los cuatro se divertían juntos en el Jardín Real haciendo coronas de flores, platicando amenamente, narrando anécdotas y escuchando intentos de chistes que Toriel normalmente soltaba cada vez que se reunían para tratar de hacerlos reír, especialmente a la pequeña humana que casi no participaba en las conversaciones familiares, pero sí las escuchaba. Aun así pasaban un rato agradable, como si fueran… una familia.

Hoy, el rey Asgore, la reina Toriel, el príncipe Asriel y la niña humana estaban fuera del castillo, en un pequeño picnic que la reina organizó específicamente en el Jardín Real, en la zona donde más abundaban los matorrales de flores blancas.
Habían comido Pie de Caramelo, pastel de manzana, galletas con chispas de chocolate, pan, fruta, aguamiel y también había una botella de vino para los adultos. Era interesante que New Home fuera el único lugar del Underground donde el vino de uva era un producto popular. A la postre, se trataba de uno de los pocos lugares que lo producía, pues era uno de los sitios más abundantes en alimento del Inframundo. Los niños devoraron dulces hechos a base de moras azules, traídos gentilmente por la reina Dreemurr. Y durante todo ese tiempo bebieron aguamiel sin alcohol, una mezcla popular que contenía un tanto de miel por dos de agua. En realidad los niños lo bebían con agua y los adultos, con alcohol.

—Oye…—dijo Asriel, recostado en el césped y mirando el "cielo" a lado de su amiga. Era gracioso cómo los dos parecían una versión más joven y complicada de Asgore y Toriel, que en aquel mismo instante se encontraban compartiendo una tarta de frutas en un ambiente totalmente romántico y único para ellos.

—Dime.

—Bueno… es que… o-olvidalo.

Ella lo miró.

—No seas tímido y dime.

Detras de toda esa seguridad que intentaba mostrar en el exterior, Asriel se sentía en verdad inseguro y temeroso por dentro.

—Es que… ¿Sabes? Quiero hablarte de algo, pero no sé cómo decirlo —y él realmente no sabía.

—Me estás preocupando, Asriel.

—No, es que…

—Estás planeando algo, ¿Eh?

—¡No, no! —dijo él, contagiado por su repentina falta de paciencia —. ¡No es nada de eso! ¡S-Solo olvidalo!

La humana se incorporó hasta quedar sentada. Asriel hizo lo mismo. La niña comenzó a hablar entonces, pero…

—¿M-Me lo vas a decir de una vez o qué? —su voz se falseó y salió entrecortada, como la de una niña tímida. Ella apretó los puños de rabia —¡Ahg, maldición! —la voz recuperó su firmeza.

Asriel rió.

—¿Por qué a veces tartamudeas?

—No lo sé.

Él percibió que se sentía apenada. Sonrió y le acarició la cabeza.

—No debes preocuparte. Creo que es tierno…

『 La Lluvia Del Final 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora