capitulo 1. desierto.

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Siempre he querido pedir un deseo, tenerlo todo, ser feliz, pero tengo miedo de las terribles consecuencias si llegara a tener en mis manos, ese talismán que tanto se rumorea.
Esto lo decía un viejo vendedor del pueblo, a un gran amigo suyo. La mirada del joven lo decía todo, era algo que le daba curiosidad. Escuchaba atento al viejo, quien sostenía en sus manos un bastón de madera.

-platíqueme mas de ese objeto mágico que tanto rumorean en este pueblo, es muy ridículo que haya vivido aquí por tanto tiempo y no he escuchado de ese talismán.

-muy bien, escúchame. Dijo el viejo, parándose de su silla y acompañando al joven en su camino.

-veras, se dicen muchas cosas sobre ese artefacto, como de que le pertenecía a un dios azteca, otros dicen que le pertenecía al mismísimo Tenochtitlan. –El viejo lo mira y le dice- pero el que más cobra sentido, es que le pertenecía a un hechicero mexica, no se sabe si es verdad, la única verdad que siempre existió, es que el hechicero fue real, y era de los tiempos de la conquista a Tenochtitlan.

El joven mira con incredulidad al viejo, quien lo miraba con un rostro confiable. El viejo se percata de su incredulidad, preguntando si cree en la leyenda del talismán, a lo que este le responde.

-la verdad señor Valdez, no sé.

-dime algo, si el talismán estuviera en tu poder, ¿pedirías un deseo?

el joven pensó en aquella pregunta, no sabía que responder, para él era obvio, si lo obtuviera desearía todo lo que quisiera. El joven solo le responde que no.

-señor Valdez, usted dijo que temía por las consecuencias si lo tuviera, ¿Qué quiso decir? El viejo con la mirada pensativa, bajo la cabeza. Luego de segundos de pensar, mira al joven y responde.

-una tragedia.

Al caer la noche, el viejo Valdez tomaba su café con una tranquilidad frente a la chimenea. El trabajo ya era de por sí, muy pesado para su edad. A pesar de la ayuda que la gente del pueblo le brindaban, este siempre fue un hombre orgulloso e hizo todo para salir adelante.

Ya la vida le había dado lo que le toco, ni siquiera aquel talismán que siempre estaba en boca de todos, le daría la alegría y energía que hasta ahora, la disfruta, ayudando a los demás.

Había algo que no le había contado al muchacho que más bien, se le había olvidado. Era algo extraño que tuviera que ver con el talismán. En su juventud se preguntó si el talismán estaba escondido en alguna parte del pueblo. La gente decía que no se sabe en qué parte del pueblo este. Era muy aterrador pensar que alguien con intenciones malas, se lo encontrara y quisiera provocar una tragedia.

Mas especifico, nadie sabía si aquel hechicero o dios azteca lo escondió o lo tiene en sus manos. Pero lo que nadie contaba, es que existen testimonios de gente que padecieron de terribles sueños con las que se encontraron con un hombre. No sabían si era por el miedo o algo que los confundiera, aquel hombre se presentaba ante las personas elegidas, con el objetivo de darles algo.

Al principio el hombre no lo creyó, creía que era un cuento o chisme inventado por alguien con una excelente imaginación. Hasta que un amigo de confianza le toco vivir aquel sueño. Era muy raro que su amigo le haya dicho de algo que dudaba, pero lo que si estaba seguro es que, su amigo nunca mentía, se veía nervioso y asustado.

Su relato fue lo que le dio escalofríos recorriendo su cuerpo, en el sueño, él estaba en un desierto, uno muy desconocido y era algo que no le daba buena espina. De repente una voz de ultratumba fue lo que lo alerto, aquella voz que lo acompañaba con una silueta cubierta de humo rojo. De ahí salió un hombre que parecía ser un azteca, no parecía tener buenas intenciones, hasta que su voz se transformó a la de un hombre normal.

El talismán. Deseos Del MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora