Capitulo 4 El talismán

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-hasta nunca, Dante rojas. Dijo con un rostro serio y mostrando burla hacia él.

-el próximo será ese maldito de Álvaro. Dijo el malvado muchacho mientras se retiraba del lugar junto a su pandilla.

Estos reían por el presunto final que tuvo dante, sin pensar que este de alguna manera, sigue con vida. Dante cayó en varias varillas que atravesaron su pecho, otros dos en la pierna y otro en la palma de su mano. A pesar del dolor inmenso que seria, podía aguantar las ganas de quejarse y gritar.

Sabiendo que el festival era muy ruidoso que nadie podría escucharlo, intento al menos lanzar u grito pidiendo ayuda. Aun con la esperanza de salir de ahí, hizo el intento de quitarse la varilla de su mano, lo hizo poco a poco y solo provoco un sangrado en la palma.

-carajo. Dijo Dante mientras recargaba su cabeza en el suelo. El chico ya no se sentía bien, acepto su destino final y espero a que la agonía pasara para pasar a otro mundo mejor.

El chico, cerró los ojos, lanzo un último suspiro y muere.

Una oscuridad inmensa impedía ver algo al joven, su dolor había pasado y el ambiente era muy cálido. Sintió que estaba acostado en el suelo, este trato de pararse. Aun no había una luz ni siquiera para que pudiera ver en donde está.

-¿hola? Dijo dante con extrañeza.

Nadie respondía, todo permanecía igual, ni un ruido se presentó más que su voz de con función. Hasta que sumerge entre la oscuridad, un sol, acompañado de un cielo rojizo que dejo sin palabras al joven.

-que rayos... se dijo así mismo al ver el extraño fenómeno que se presentó. De repente, una extraña figura masculina se hizo presente ante sus ojos, el chico no se sintió intimidado por aquella figura, pero se preparó para lo peor y pregunto.

-¡¿Quién eres?!

-tranquilo date, no te hare daño. Contesto la figura.

-así -respondió seriamente dante- ¿y cómo es que sabe mi nombre?

-porque soy alguien que toda tu gente, habla solamente de mí. Respondió.

-¿eres el hechicero? Pregunto dante, apuntándolo con el dedo. El hombre se deja ver y responde a la pregunta.

-así es, solo que no mi maestro hechicero mexica, sino su aprendiz.

Dante se sorprende al ver al hombre que tenía enfrente de él, su vestimenta era moderna, e sus manos tenia puestas unos guantes de cuero, sus ojos permanecieron con ojos blancos hasta que se dejaron ver realmente.

El chico lo miraba con una sonrisa confundida, dante miro bien el pecho del hombre y ve algo que todo el pueblo siempre mencionaba.

-¿Por qué estoy aquí? ¿Es el infierno? Pregunto Dante.

-no, no, no es el infierno, bueno una parte del inframundo sí, pero has caído en el desierto de los escogidos.

-¿en el desierto de los escogidos? Explíqueme que está pasando. Dijo dante, mirando seriamente al hombre.

-en cuando moriste, fuiste enviado aquí para recibir una oportunidad, una oportunidad a la que mucha gente se la ofrecí, durante un siglo, pero nadie lo quiso.

-¿y cuál es esa oportunidad?

-¿no adivinas? Pregunto el hombre, viéndolo con una sonrisa malvada y mostrando su muñeca izquierda. El chico miro el artefacto con seriedad, recordando lo que le dijeron de la leyenda.

-el talismán. Contesto.

-exacto. –Dijo el hombre, extendiendo sus manos- la oportunidad que te doy, es este talismán, que ha estado conmigo durante cuatro siglos, desde que el maestro mexica nos enseñó sus conocimientos y su arte de la magia, gracias a eso pude crearlo con la ayuda del dios de la muerte, Mictlantecuhtl.

Dante se sintió asombrado por estas palabras que el hombre le estaba diciendo, el muchacho pregunto si el hechicero que le enseñó sigue vivo, este dijo que no, que cayó preso y lo llevaron  al viejo continente, pero el barco nunca llego.
Esto le genera curiosidad y pregunta si fue por una tormenta a lo que este le responde que sí. El portador del talismán le dice que pudo ser por el poder de los dioses mexica, que terminaron por hundir su embarcación.

Luego de terminar de decir esto, se le acerca y le dice la función del talismán.

-el talismán, solamente fusiona si el portador lo tiene puesto, este te puede conceder tus deseos, inclusive revivir a alguien.

-pero no tiene sentido, usted lo dijo, fue creado por el dios de la muerte, es imposible. Argumento el chico con una mueca de extrañeza.

-es posible gracias al sacrificio que tuve que hacer...  (deja asombrado al chico) ahora, mientras más tiempo tengas el talismán en tu poder, y lo usas, te dará un inmenso poder con la que podrás combatir contra tus enemigos, incluso hacer hechizos.

Dante se mostró muy asombrado, le pareció muy magnifico, solo este tenía una pregunta.

-¿pero usted porque ya no lo quiere?

-veras, ya he vivido mucho tiempo, he viajado por todo el mundo, aprendido no solamente la magia de los mexica, sino también de los aztecas, gracias a la magia azteca fue que pude crear el talismán. he hecho cosas diferentes y ya no lo hay desde hace un siglo, no sé qué más hacer, así que por eso desde hace un siglo intente darle mi talismán a alguien que quisiera, para ser inmortal, hacer el bien, o para tener un amor de verdad, entonces, ¿Qué dices? ¿Lo quieres?

El chico miro el artefacto por un momento, luego miro a los ojos del hombre y dijo.

-sí. El hombre sonrió por la respuesta del joven, se quita el talismán mientras recita una frase.

-dios Mictlantecuhtl, dios de la muerte, que reinas el inframundo, agradezco por su ayuda de la creación del artefacto mágico, el talismán, ahora renuncio a él para dárselo a dante rojas, su siguiente portador.

En cuando se lo quita, el hombre le dice el último detalle que debe recordar si quiere pedir un deseo. Que debe hacerlo con las palabras "in eliutilistli axkan". El hechicero se lo entrega, Dante lo tiene en sus manos, contemplando el artefacto magico.

El joven se lo va poniendo poco a poco en su muñeca izquierda mientras el cielo rojizo relampagueaba. Al tenerlo puesto, siente su poder. Como si una sensación extraña se tratara, hizo que Dante volteara a ver al hombre, que para su sorpresa, este tenía un aspecto terrorífico en su rostro. ojos blancos que salía entre estos, mucha sangre. Acompañado de una tétrica sonrisa fría y oscura, revelando unos pequeños y afilados dientes.

-ahhhh. Dante lanza un grito de dolor al ser atravesado por la mano de aquel hombre, mirando el pecho del hechicero y su terror incrementa.

Otra sacudadida en su cuerpo y este, despierta, sintiendo unas sábanas en sus manos.

Después de aquello, Dante abrió y cerro los ojos una y otra vez, ya que tenía la vista borrosa, recordando que estuvo en las ruinas de la gran biblioteca y se le hizo muy raro no sentir dolor por las varillas que atravesaron su cuerpo cuando cayó por culpa del líder.

Al recuperar la claridad de la vista, ve que este estaba en su cuarto de su casa, se levantó sorprendido, mirando a su alrededor. Luego de calmarse, este camina directo a un espejo de cuerpo entero colocado en una esquina del cuarto. Este se mira y se extraña de la ropa, ya que no tenía nada rasgado ni roto por lo que le paso, creyendo que fue un simple sueño.

Luego sintió un pequeño peso en su muñeca, que se toco y siente que es una pulsera.

Este expone su brazo y ve con asombro el artefacto, no lo podía creer.

-impresionante. Dijo el muchacho mientras observaba el artefacto mágico. El chico lo agarra, lo observa detalladamente y queda totalmente asombrado por el fantástico diseño. Una tétrica calavera de acero, con una gran corona emplumada.

Lo más llamativo del talismán, eran los ojos de la calavera, estos parecían ser de piedra rojizas, que por un momento brillaron.

El chico sigue admirando el artefacto y después, se mira al espejo, guardando el artefacto por debajo de la manga.

-nadie debe saber que lo tengo. –Dijo el joven- saldrán con el chisme y me meterán en problemas.

El chico mantiene la mirada seria, pensando en que debe hacer para poder controlar la magia del artefacto, ya que pensó que será muy complicado y apenas pudo regresar de la muerte, una muerte que le dio una persona que pagara.

El talismán. Deseos Del MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora