El talismán. Deseos Del Mal

capitulo 7 ¿asesino suelto?

Esa misma noche, cuando todos se fueron a dormir, el pueblo no quedo desierto del todo. La pandilla del líder decidió rondar por las calles a ver si encontraban a alguien caminando a esas horas. Los cuatro acompañantes del líder se estaban cansando, ya querían irse a dormir. Su líder no se los permitió y les dijo que le hicieran caso.

Uno de los chicos que se esforzó en mantenerse despierto, camino por un callejón hasta llegar al fondo del lugar, sin una salida. Este decidió esperar a ver si alguien pasaba.

Por otro lado, el líder seguía vigilando las calles, quería que alguien caminara por ahí para molestarlo. Era muy difícil, ya que la última vez que había gente fuera a altas horas de la noche, era porque la cantina siempre estaba abierta y ahora se encontraba cerrada.

-si tan solo alguien apareciera. Dijo el líder, mirando con enojo la zona mientras movía con habilidad su navaja con la mano derecha.

En el callejón, el chico seguía esperando, le pareció muy ridículo que este en un lugar esperando a alguien que posiblemente no pasaría. Esa idea sería descartada cuando el chico ve a alguien parado en frente del callejón.

-¿Eduardo? Pregunto el confundido muchacho, refiriéndose a su líder. El muchacho le pareció extraño que no le contestaran, así que saco de su bolsillo del pantalón una navaja para defenderse de un posible psicópata.

-¿eres tu Eduardo? Volvió a preguntar.

La persona que estaba parado, comenzó a caminar hacia el muchacho, el chico se asustó mucho que le pidió que retrocediera. La persona no le hizo caso, ya estaba cerca del cuándo el chuico lo amenaza con su navaja.

La persona dejo de caminar, el chico pensó que había logrado intimidar a esa persona, hasta que este recita unas palabras que luego de sus manos sale un humo blanco que va disparado hacia el chico. Ni siquiera le dio tiempo de gritar, cuando el humo lo cubrió y lo lanzo hacia la pared.

El poderoso humo provoco un fuerte ardor en el chico, este comienza a quejarse muy fuerte y lanza un grito, que alerta al resto de la pandilla.

-algo paso, vamos. Dijo el líder mientras veía un callejón siendo iluminado. Cuando el líder junto a la pandilla llegaron, ya estaba totalmente oscuro. Los chicos caminaron hasta llegar al fondo, nadie podía ver por la inmensa oscuridad que existía en aquel callejón.

De repente, uno de la padilla pisa algo que crujió, los chicos ven algo en el suelo que es muy confundible. Uno de ellos dijo tener unos serillos, este los saco, prendió uno, y para sorpresa de todos, había un retorcido esqueleto que tenía la ropa de uno de sus amigos.

-¡carajo! Dijo el líder con un terror que lo recorrió por todo el cuerpo.

Al día siguiente, aquella mañana tranquila se convirtió en un momento de inquietud y miedo que inundo por todo el pueblo. Un vecino encontró el cuerpo del chico de la pandilla y fue a decírselo al alcalde, este tomo cartas en el asunto y pido un forense para que se llevaran el cuerpo.

La policía hizo acto de presencia y con el alcalde, se llevó a cabo la investigación por el asesinato del chico.

-me podría decir lo que paso, señor alcalde. Dijo uno de los oficiales.

-no estoy seguro lo que realmente paso, solo fue que uno de los habitantes del pueblo me lo dio a conocer el suceso y por eso los llame, dijo que creyó haber oído al chico pasarle algo en la noche, exactamente a las tres de la madrugada.

-¿está queriendo decir que esto paso en la noche y no le avisaron? Pregunto el oficial que lo veía con una sonrisa dudosa.

-correcto. Contesto el alcalde.