02: Gancho derecho.

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El profesor Yaga estaba parado frente a nosotros, como era de esperarse había llamado a todos los alumnos a un solo salón, en una mano sostenía una de mis velas y en la otra un llavero de estrella como posible evidencia de nuestra travesura de anoche, de esta forma en cuanto comenzáramos a negar que habíamos estado demasiado tarde en los salones haciendo quien sabe que él tendría con que respaldar su punto.

Me removí nerviosa en mi asiento observando como los únicos tranquilos ante esta situación eran aquellos quienes no habían estado ahí. Yabami Rina lucía espléndida en su lugar y leía un libro con toda la calma del mundo sabiendo que ella no había estado en la escena del crimen. Mei Mei se cruzaba de brazos con algo de molestia pues solo estábamos perdiendo el tiempo y Satoru Gojo a pesar de ser uno de nuestros cómplices sabía que por nada del mundo podrían hacerle algo, él nepotismos en su máximo esplendor. El maestro Yaga dejó ambos objetos sobre el escritorio y nos miró a todos.

— Pueden venir por sus pertenencias — ofreció señalándolas de nuevo — Los dueños deberán limpiar el gimnasio y los pasillos de los dormitorios por el resto del curso, su castigo disminuirá un mes por cada cómplice que delaten.

Imposible. Nadie delataría a nadie, aunque yo sabía que había dos personas quienes delatarían a sus cómplices sin remordimiento alguno pero afortunadamente esas dos personas eran las mismas chicas que no habían estado involucradas así que el resto podía sentirse tranquilo de que saldrían librado de esto. Me levante de mi pupitre para tomar mi vela, los ojos del maestro se posaron sobre mi sintiéndose satisfecho.

— Ikko Hakari, ¿Quieres bajar la sentencia? — me pregunta a la cual yo niego — Entonces será hasta el fin de cu-

—¡Yo!— Umiko levanta su mano, el director Yaga la observa a la espera de que termine de confirmar lo que es obvio — Yo estuve ahí ayer, así que también limpiaré con Hakari.

—Entonces serán cuatro meses para ambas— confirmó el maestro. Volví a mi lugar agradeciéndole entre un susurro a Umiko quien le restó importancia a la situación con un gesto divertido. — El dueño del llavero, será mejor que vengas por él o de otra forma será hasta el siguiente semestre que podrás recuperar tus llaves.

Antes esa amenaza observamos cómo Nanami Kento se levantaba de su asiento rodando los ojos. Las risa de Geto y Gojo no pasaron desapercibidas pero con una sola mirada del adulto frente a nosotros ellos volvieron a callarse. El rubio tomó sus llaves y regresó a su lugar.

—También estuve ahí— Haibara confiesa con algo de orgullo.

El adulto cuenta con sus dedos lo que parecía ser el tiempo de nuestra sentencia pero parece algo confundido así que deja de contar y nos mira.

—Entonces serán dos meses — dice por fin — Los de tercer año vayan al patio, los de segundo será mejor que los vea entrenando por el patio y los de primero obedezcan a los de segundo. Si surge alguna misión en la que se les necesite los llamaré. Los veo luego.

El director Yaga abandona el salón seguido de Utahime y Mei Mei sin decir nada, ellas se despiden de nosotros con un gesto de mano. El resto de nosotros por podemos relajarnos. Escuché a Shoko soltar un suspiro y a Umiko golpear a Gojo quien se reía a carcajada suelta del joven rubio que se enfurruñaba en su asiento con sus llaves aún sobre el pupitre.

— A la próxima asegúrate de guardarlas bien, Nanamin— con un ligero golpe en la espalda del rubio, Gojo se burla nuevamente sin dejar de reír — Te vi correr tan rápido que juré que no te atraparían.

— No le encuentro lo divertido — musitó Nanami — Ustedes han salido bien librados por suerte. Geto escapó gracias a sus maldiciones y tú te perdiste entre los árboles con Ikko pero aún así la atraparon a ella.

CARDIGAN ➳ GOJO SATORU; JUJUTSU KAISENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora