CARDIGAN ➳ GOJO SATORU; JUJUTSU KAISEN

10: ¡Un trago o dos!

Umiko no entendió el mensaje que quise darle cuando me queje en voz alta lo cansada que estaba, ella me siguió hasta los dormitorios y cuando creí que iría al suyo la vi empujar la puerta del mío para entrar con total confianza y seguir hablando de las cosas que me había perdido al estar afuera. Era cierto que Yabami se había mudado a los dormitorios de la escuela y era mi nueva vecina, Nanami y ella tuvieron una charla que terminó en alguna pelea tonta, no habían salido a ninguna otra misión y el profesor Yaga había comenzado a hablar sobre la pelea de contiendas habiendo esta vez tres equipos que se conformarían según él quisiera.

La pelea de contiendas era algo reciente de la escuela y a falta de alumnos de la escuela de Kioto está decidió no participar siendo solo nosotros los concursantes y por tanto armar equipos revolviendo a todos para hacerlo parejo, Utahime llevaba hablando sobre esto desde el inicio de curso y nos insistía a todos en practicar y prepararnos para participar ya que el equipo ganador tendría una cena pagada en cualquier restaurante. Lance las cosas que habían sobre mi cama y me dejé caer sobre ella mirando al techo, mi amiga hizo lo mismo y escuché como soltaba un largo suspiro.

Lo único en lo que podía pensar ahora era en tomar una siesta y cenar algo delicioso. Pero era fin de semana, normalmente lo pasaría en casa mirando alguna película en blanco y negro, ordenando mi habitación, comiendo pizza y escuchando en loop mi álbum favorito hasta que el sueño se apoderara de mi. No sabía como eran los fines de semana de Umiko, probablemente hacía cosas más geniales que yo, algunas veces la escuché decir que iba a casa de sus padres y en otras ocasiones de su misma boca había salido que pasaba el fin de semana con Suguru y Satoru pero solo decían un par de cosas como que la música había sido buena y cosas entre dientes que solo ellos comprendían y se reían con total complicidad.

Umiko tenía muchos amigos que no eran hechiceros, ellos debían de invitarla algunas veces. Haibara y Nanami se quedaban en sus habitaciones sin hacer algo genial y Yabami, bueno ella debía de pasar el fin de semana en su gran mansión. Al segundo suspiro que mi amiga suelta es cuando mi consciencia me anima a hacer algo que jamás se me ocurriría hacer en algún otro momento.

—Umiko — le llamo haciendo que su rostro deje de estar mirando al techo para girarlo y mirarme a mi. Sus ojos brillan y las pecas que tiene en el rostro la hacen lucir demasiado bella. — ¿Quieres hacer algo hoy?

Sus ojos se abrieron con sorpresa a la par que asentía entusiasmada.

—Propondría alguna cosa genial pero siendo sincera no conozco muchos lugares — me excuse — Normalmente los fines de semana veo películas y compra una pizza que nunca termino de comer.

—¡No te preocupes!— me calma — Déjame eso a mi, me pone feliz que quieras hacer algo conmigo hoy. Pensé que la pasaría encerrada.— Un puchero se forma en sus labios — ¿Quieres ir a bailar, cenar, cantar o hablar?

Era obvio. Ella tendría muchas ideas y conocería de mejores lugares que yo nunca habría pisado de no ser porque ahora éramos amigas, lo pensé durante unos segundos, ya que estaba haciendo algo que normalmente nunca haría lo más sensato sería hacer algo como hablar y cantar, algo que no fuera tan extremo y extraño para mi, pero no sé aparecía eso, si estaba haciendo algo nuevo lo mejor sería ir a algo que me diera un giro de 180 grados y que me hiciera recordar que hasta ahora había vivido como una mojigata. Muchos chicos de nuestra edad ya habrían hecho cosas que no les correspondía o eso mostraban las películas de ahora y siempre tuve envidia de esas escenas donde el protagonista tenía una noche increíble y todo le salía a la perfección.

De estar en una de esas películas entonces Umiko sería la protagonista y yo aquella nueva amiga que la seguiría fielmente para verla tomar cada reflector en cada escena genial. Con eso en mente tome una decisión de la cual esperaba no arrepentirme.