𝑬𝒍𝒆𝒏𝒂'𝒔 𝒑𝒐𝒗.
— ¿No crees que estás exagerando un poco?
Era mi tercer día en Valdelobo y, sin embargo, era la primera vez que salía al exterior. Carlos y yo nos encontrábamos paseando por un camino de tierra semi oculto entre el bosque del pueblo. A nuestro alrededor podía observar árboles altos de cortezas grisáceas, arbustos cuyos frutos estaban secos por la falta de cuidados y malas hierbas por todas partes. De vez en cuando, se escuchaban cuervos graznar y lobos aullar, cosa que me llenaba de pánico a pesar de que ambos animales me parecieran preciosos. Rezaba porque el siguiente ruido proveniente del bosque fuera por culpa de un simple conejo.
— No lo sé, Carlos, pero ese tío no me gusta.
Le había contado a Carlos lo sucedido con su vecino: la vez que se me quedó mirando de una forma bastante extraña cuando llegué, y cuando el día anterior le pillé espiándome por la ventana mientras colocaba la ropa en mi nuevo armario.
Al parecer se llamaba Luis y llevaba siendo amigo de Carlos desde que eran niños, dato el cual yo desconocía hasta que me lo contó, claro.— Lena, lo conozco desde que éramos niños, créeme que no es ningún pervertido ni nada parecido. Solamente tendrá curiosidad... —dijo mi amigo intentando tranquilzarme. La verdad era que el hecho de que mi ventana conectara con la de él era algo que no me había dejado dormir la noche anterior.
— Bueno, tú mismo dijiste que llevabáis años sin veros, quién sabe si en esos años se ha convertido en un monstruo.
— No digas bobadas, bicho. —rio, aunque yo no encontré la gracia a la situación. Al ver que yo no me reía y hablaba completamente en serio, desdibujó la sonrisa de su rostro, mostrando un semblante neutral. —Escucha, no creo que Luis sea como tú estás pensando, pero si quieres, puedo hablar con él.
Dudé. Era obvio que yo no me sentía del todo cómoda con la situación, menos sabiendo que eran amigos, pero, ¿y si me equivocaba? No estaba segura, pero prefería no decir nada por el momento, sabía defenderme sola y si veía algún indicio más de que el tal Luis fuera un depravado, hablaría con Carlos para que me ayudara.— No, de momento no. Pero que sepas que el tipo no me da buena espina...
Continuamos nuestro camino hacia un destino que para mí era desconocido. Como habíamos acordado, la estancia en casa de Carlos era para descansar y desperjar la mente, así que mi amigo aquella mañana me dijo que me llevaría a un lugar secreto, pero que no podía decirme lo que era, porque era una sorpresa. Seguía sus pasos sin saber si me estaba llegando a un lugar increíble o al rincón más apartado del bosque oara asesinarme.
Llegados a un punto donde podía observarse que metros más adelante se abría el camino, Carlos se detuvo mirándome con una sonrisa. Metió una mano en un bolsillo de su pantalón vaquero y de este sacó una cinta roja satinada. Yo lo miré confundida.
— Vale, ahora voy a vendarte los ojos.
Se posicionó a mi espalda y anudó la cinta en mi cabeza, tapándome los ojos. —Tranquila, yo te guiaré.
Asentí con la cabeza y colocó sus manos sobre mis hombros para guiarme. Caminaba con temor de topar con una piedra y caerme, pero Carlos me guiaba y me avisaba cuando algo se interponía en mi camino. De repente nos paramos y deje de notar su agarre en mis hombros, pues sus manos desataron la venda que cubría mis ojos.Observé el lugar ante mí. Se trataba de un campo de tiro manufacturado con dianas de madera antiguas con marcas de hachas y placas de metal con silueta humana y diferentes puntos pintados con aerosol blanco. Uno en la cabeza, otro en el pecho y otro en el estómago. Miré a mi amigo confundida.
— ¿Qué hacemos aquí?
— Bueno, he creído que quizá esto ayudaría a liberar tu estrés. — Me guiñó un ojo — Los construyó mi padre cuando era adolescente, en sus tiempos solían venir aquí los chicos que terminaban apuntándose al ejército, pero con la despoblación, el lugar quedó abandonado. Ya sabes, la España vaciada. —rio — Luis y yo solíamos venir aquí de pequeños a lanzar cuchillos, cosas de críos de pueblo. ¿Ves las placas? — asentí con la cabeza — Pues ese era uno de los proyectos en los que estaba trabajando.
Cuando Carlos y yo acordamos que vendría a visitarlo, me dijo que estaba trabajando en un proyecto del cual no podía hablarme, pensé que sería algo privado entonces no quise entrometerme, pero no me esperaba que fuera aquello. Lo primero que hice fue abrazarlo, había estado trabajando durante meses para devolver a la vida aquel campo de tiro para que pudiera arrancar el estrés de mi cuerpo y poder mejorar mi puntería, sin duda era un buen amigo. No tardamos demasiado en ponernos manos a la obra, Carlos había traído una escopeta que había pertenecido a su padre y que llevaba en la familia desde que este era niño. Le tenía mucho cariño, era algo muy preciado para su padre y era de lo poco que aún guardaba de él como recuerdo, me pareció muy tierno que la llevara para la ocasión. Me ayudó a tomarla como debería, a apuntar y me advirtió de la potencia y el retroceso. No era la primera vez que manejaba una escopeta, un tío mío era aficionado a la caza y me enseñó a utilizarlas, sin embargo, aquella era muy antigua y tenía un mecanismo más complejo y anticuado.
Apunté hacia una de las chapas del campo de tiro, apunté y apreté el gatillo. El primer tiro no fue demasiado bien, aquel arma tenía un retroceso increíble y estuvo a punto de darme en la cara, pero tras varios intentos conseguí manejarla sin tanto problema. Carlos y yo nos pasamos horas y horas en aquel lugar, disparando y hablando entre descansos. El sol comenzaba a ponerse y la munición se había gastado, pero ninguno queríamos irnos a casa. Dejamos las armas a un lado y nos sentamos sobre unos tocones de árboles que habían sido cortados tiempo atrás. Crucé mis piernas sobre la madera, sentándome en posición de flor de loto y me llevé un cigarrillo a la boca, Carlos hizo lo mismo. Los encendimos y dimos un par de caladas hasta que mi amigo rompió el silencio.
— Sé que Luis no es santo de tu devoción pero... —dio una calada menteniendo el humo unos segundos para después soltarlo — Es un buen tío, créeme.
— Igual lo es solo contigo. — él rio antes de dar otra calada.
— Créeme, ha tenido una vida complicada. Tiene bastante con su propio sufrimiento como para provocar además el ajeno.
— Mucha gente atormentada se dedica a atormentar al resto para olvidar su sufrimiento, Carlos. — coloqué el cigarrillo en mis labios y aspiré, dejando que el humo penetrara en mis pulmones. Carlos asintió.
— Lo sé, bicho. Pero Luis no es de esos, lo veo en sus ojos.
Carlos no era una persona especialmente supersticiosa ni tampoco religiosa, creía en Dios y asistía a misa pero no era parecido al resto de religiosos que había conocido, él no hablaba de su fe, la llevaba de forma privada y no acataba las normas de la iglesia a rajatabla. Creía en Dios pero no descartaba que hubiera algo más. Además, siempre me hablaba de la capacidad que tenía para leer a la gente a través de sus orbes sin equivocarse.
— ¿Puedo saber qué viste en los míos? —pregunté con curiosidad. Carlos dio una última calada, tiró el cigarrillo al suelo y me miró fijamente.
— Miedo, mucho miedo. —se quedó pensativo por unos segundos — Y rabia, muchísima rabia. — Sonreí, no se equivocaba.
Finalmente, optamos por volver a casa, estaba atardeciendo y, aunque en otro contexto mi mayor preocupación hubiera sido encontrarme en un bosque a oscuras, lo que más me motivaba a volver a casa lo antes posible era evitar la regañina de Emilia.
Hola hola!
Siento la inactividad estas semanas, desconecté un poco del mundo y no me encontraba con la inspiración suficiente para escribir. Dejé el capítulo escrito pero estaba pendiente de revisarlo cuando pudiera.
No os preocupéis, intentaré seguir activa en esta historia y en el resto. Espero que os esté gustando, todavía nos encontramos entrando en materia, poco a poco llegaremos al meollo del asunto.
Si os gusta no os olvidéis de votar, lo aprecio un montón y me motiva mucho.
Chao!
![](https://img.wattpad.com/cover/342665328-288-k261728.jpg)
ESTÁS LEYENDO
⤿ señorita . ━━━━ luis serra.
Fanfiction─ ❛ Nunca pensé que lo único que querría ver antes de dormir iba a ser tu rostro, 𝒔𝒆𝒏̃𝒐𝒓𝒊𝒕𝒂. ❜ ❏ Luis Serra x Fem!OC. ❏ Basado en «Resident Evil 4 Remake» ❪ spoilers ❫. ❏ Cambios en la historia. ❏ Solo me pertenecen aquellos personajes q...