En donde Juan esta enamorado de Spreen. Pero el no quiere lastimar a Juan, así que lo rechaza y Auron lo consuela, haciendo que el argentino se ponga celoso y quiera tener toda la atención de Juan en el.
-Es mi primer historia, cualquier Consejo xf...
—Esto es... Muy lindo Spreen-. El híbrido había organizado una cena para los dos en su polleria, solo estaban ellos dos solos y Mayichi la cual había ayudado a Spreen en todo esto.
La híbrida de gato era la mesera que los atendería al igual que ella haría la comida, básicamente haría TODO.
Lo bueno era que no era gratis, sino que sería recompensada con unas buenas tortilla coins de oro.
En fin, cosas de empresario.
—No más lindo como tu, capo-. Juan río nerviosamente por el piropo que le dio el oso.
—Es solo que no crei que harías esto y menos por mi-. El argentino lo miro extrañado, ya habían salido un par de veces que el sepa, no debería ser raro para el.
Tal vez ahora porque se le fue un poco lo romántico.
—Vos merecés esto y más-. En lo que hablaban Mayichi les trajo la comida, Spaghetti con albóndigas.
Al finalizar de comer salieron en camino a el santuario del hechicero, querían estar más tiempo juntos y hablar más.
Al llegar, Juan iba a abrir la puerta para poder meterse en cuanto Spreen lo jalo hacia el y lo beso.
Fue... Un momento mágico para el de bandana, la persona que le gusta, que luchó por tenerla a su lado, la que a cada rato "insultaba", ahora... Lo estaba besando, no podía estar más felíz.
Al separarse el híbrido se despidió y se fue, dejando a un Juan muy ilusionado.
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Juan...
Una voz.
Porfavor...
Conoce esa voz.
Desperta de una, te necesito.
Spreen?
Después de eso despertó muy agitado, había sido una pesadilla? Al parecer lo fue.
Se agarro su pelo en seña de frustración, porque rayos desde hace tiempo soñaba eso?
Ya tenía tiempo saliendo con Spreen, incluso se hicieron pareja hace poco, había algo mal? Y si era asi, el... No sabría que hacer...
Estuvo sobre pensando mucho las cosas, por lo cual le estaba dando un ataque de ansiedad, se agarro del pecho y empezó a respirar agitadamente, buscando aire para sus pulmones.
Gafotas, tranquilo... Todo saldrá bien, solo espero... Que despiertes pronto.
Con solo esas palabras que provenían de su cabeza hicieron que su ataque parara y lágrimas salieran de sus ojos.
No entendía nada, pero de algo estaba seguro, algo no estaba bien.
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—Y eso fue lo que pasó, nose que hacer, dame un consejo Drako-. Volteo a ver hacia su hermano el cual solo escuchaba los problemas de su querido hermano menor.
—Mira, mama huevo, la verdad no creo que signifique algo bueno, sabes? Creo que esa voz te esta diciendo algo que a lo mejor tu no sabes-. Drako no era bueno con las palabras pero hacia lo que podía, con tal de intentar darle una solución a Juan.
El hechicero se quedó meditando, no sabía que era lo que pasaba por su mente, sentía que algo no estaba bien.
Decidió no darle más vueltas al asunto por lo cual agradeció a Drako por sus consejos para después irse a caminar un poco por el pueblo verde.
En ese trayecto se encontró a la dulce Ari, la cual era su mejor amiga, ahora que lo pensaba... Hace mucho que no hablaba con ella.
—Abichuela! Como estas?-. Pregunto alegremente el de bandana mientras iba hacia ella con una sonrisa.
—Muy bien Juanito, hace mucho que no te veía, todo va bien con Spreen?-. Ari se había enterado de la pareja del hechicero gracias a su amiga casi hermana Biyin, la cual se había enterado por otra personas, los chismes corren muy rápido por tortilla, pasa lo más mínimo y todo el pueblo se entera, vaya liada.
El colombiano soltó una leve risa, nerviosa. Se siente mal por no haberle dicho antes, pero es solo que no había tenido tiempo ya que se la pasaba con el oso y tratando de aprender nueva hechicería.
—Lamento no haberte dicho antes, es solo que... Se supone que iba a ser secreto pero al parecer todos se enteraron de un día para el otro y si, todo va bien entre nosotros, aunque Spreen siga siendo un pendejo enojon-. Juan soltó su típica risa (delfín) mientras Ari también se reía por eso.
—Ya veo, me alegra que hayas recuperado tu felicidad, hace unos meses estabas tan obsesionado con Rubí que casi mueres cuando la perdiste, creeme, espero y Spreen sea mejor que ella-. Ari se río levemente y le dio unas palmaditas en la cabeza a Juan.
Mientras que el hechicero se sorprendía por lo dicho, era cierto que había olvidado a Rubí gracias a Spreen y que si no hubiera sido por el azabache, ya estaría muerto.
Cosa que sucede en otro multiverso no muy alejado de la realidad.
En ese momento recordó cuando fue a ese viaje mágico "la mayoría de los Juan de los otros multiversos mueren o están cercanos a morir, ese es su destino"
Le daba miedo el simple hecho de imaginarlo, pero sabia que debía ser fuerte, al menos esperaba... Morir feliz.
Esperaba que eso se cumpliera.
—Por cierto Juanito, y el oso? Esta en la polleria? Es solo que hace rato fui a comer ahí y solo estaba Robleis, Mariana y Mayichi-.
Juan se destanteo ante lo dicho, Spreen la mayoría del tiempo se la pasaba en su Oficina o atendiendo clientes.
Tal vez debió ir a una mina o de exploración porque tal vez se le terminaron los recursos.
Debería dejar de pensar y decir "Tal vez"
—No lose, supongo que estará haciendo cosas de señor empresario, conociendolo debe de estar en una mina-. No le tomó más importancia al tema y empezaron a caminar por el pueblo en lo que hablaban.
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—La puta madre...-. Susurro agotado mientras veía el mecanismo del hospital, sus signos seguían normales, al menos algo bien. Lo malo era que no despertaba...
