Ya había salido de la ducha y realmente eso fue lo que me revivió. Me puse un conjunto para estar en casa pero si surgía alguna salida pues ahí estaría el conjunto.
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Este estilo me gusta, porque realmente es algo como femenino con un toque deportivo, muy cómodo, y para cualquier circunstancia, estaría lista.
- Amor, estas cambia....- No pudo terminar la palabra ya que se sorprendió que estuviéramos combinados, y créanme que no fue el único sorprendido.
- Wow, no mentias cuando decías que éramos cerebros conectados-. Nos limitamos a reír y luego el paso a mi cuarto.
- Bueno, estamos planeando salir a almozar, nadie quiere cocinar.
- De acuerdo, porque también hay que recargar la nevera y la alacena.
- Bueno, les diré que luego de almorzar vamos a comprar las cosas.
- Vale...- Nos dimos un beso cálido y dulce y bajamos las escaleras.
- Wow! Fue coincidencia o lo planearon-. Dijo Gustav con cara medio sorprendida.
- De que hablas drogadicto -. Dijo Tom y nos reímos todos.
- Hablas como si no te metiste el éxtasis y casi una libra de marihuana.
- Ya a que te refieres-. Dije ya quería irme tenía hambre.
- Su ropa, están con el mismo color y mismos tennis.
- Bueno yo le regalé los tennis a ella, pero de la ropa no se nada.
- Awww, le dio unos tennis iguales que los de el!!- Dijo Aitana con cara burlona, aveces me hacía querer pegarle una cachetada.
- Ja ja ja, pues si me lo regaló, y para responder tu pregunta Gustav, fue coincidencia, no sabíamos que los dos iríamos con los mimos colores, ya respondí, nos podemos ir?
- Tranquila Brad Pitt, y si ya vámonos que me muero del hambre que me cargó -. Dijo Bill.
(...)
Ya estábamos comiendo nuestra comida en un restaurante algo elegante.
- Yo pagó -. Dije limpiando sutilmente las comisuras de mis labios.
- Esto es un sueño, pellizquenme!- Dijo Georg con ironía.
- Bueno-. dije alzando los hombros y le pellizque la mano.
- Hay carajo! Era juego además con esas garras que tienes en las manos me ibas a despegar la mia-. Dijo Georg acariciando su mano, nosotros nos limitamos a reír.
- Mesera! La cuenta por favor -. Dije sonriendo y sacando el dinero.
- Bien, serían unos 150 dólares por todo-. Dijo giñando el ojo a Tom...
- Mira querida, mejor haz tu trabajo y deja de ver a los clientes que tienen pareja-. Dije sin más y levantando nuestras manos, que estaban agarradas.
La mesera abrió los ojos como platos y luego los rodo.
