Desperté por una mano que tocaba mi hombro sutilmente, al abrir mis ojos pude notar que era Georg, me fui levantando y el me ayudo a bajar del auto y ir a la casa con más equilibrio, qué creen? Que está panza no pesa? Se equivocan, créanme.
- Ahg! Estar embarazada es como llevar una sandía, nunca me había pasado tanto levantarme.
- Ya, es normal, es como tener una sandía en el vientre-. Dijo Georg
- Ya verás, a todos les pondré una sandía en el vientre y verán lo que yo vivo.
Entramos a la casa de la playa y me senté en el mueble para descansar un poco y tal vez seguir con mi siesta.
- Linda, ya deje las cosas en la habitación, es la de arriba, la última y si quieres dormir te la deje preparada.
- Quiero dormir pero aquí, además tengo que esperar a los colados.
- Entonces si vienen?
- Por desgracia.
- Te traigo algo?
- Mhm, agua está bien, la que compre.
Habíamos ido al supermercado para comprar lo que comeriamos en las dos semanas que estaríamos aquí.
- Georg!- Llamé.
Georg vino y se puso a buscar algo en el refrigerador pero a la vez poniéndome atención.
- Dime.
- Organizaste todo?
- Si, ya en la cena en la playa me le declaró.
- Estoy tan feliz!
- Y yo casi cagandome de los nervios.
- Shh!
- Que esconden?- Dijo Aitana.
- Comida!- Dije.
- Aja, aja-. Se fue y nosotros cortamos el tema.
- Iré a ponerme mi bañador, me iré a bañar a la piscina-. Dije.
Me puse un bañador rosado de los tantos que había comprado y un sombrero
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(Cam: este es un ejemplo, si está embarazada, tranquilos)
Me puse mis sandalias, agarré mi bolsa que había preparado y me fui a la playa.
(...)
Estaba recostada en una tumbona tomándome un jugo de fresa super frío y tomando el sol.
Estaba a punto de meterme al agua pero me llegaron unos mensajes.
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