Desperté mejor, lista para empezar este día, o mejor dicho, empezar con mis apuestas.
Para actualizarlos, compre está casa, y cómo aquí están las carreras y mis lugares de negocios, bueno, nuestros, nos mudamos aquí, Samantha se encargaría de organizar mis empresas y yo cada semana iría a supervisar.
- Buena día, linda-. Dijo Tom dándome un cálido beso.
- Buen día, guapo-. Sonreí y puse mis brazos en su nuca.
- Llegaron los carros.
- Por fin!- Dije yo.
Tom soltó una risita nasal y yo me paré de la cama.
- Me voy a preparar para salir a probarlos, dile a los demás que lo hagan también-. Dije.
Asintió y se retiró de la habitación.
(...)
Me encontraba cambiandome, lista para salir a correr.
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Carajo... Porque siempre tengo que verme tan jodidamente bien?
- Amor!- Dijo Tom.
- Ya estoy.
Me miro con lujuria y luego vino hacía mi.
- Por qué tan bonita, tan elegante para salir a probar unos carros?
- Yo lo veo normal-. Dije poniendo mis brazos en su nuca, uniendo nuestros labios.
Entro Bill y Tom rodo los ojos.
- Tortolitos, nos esperan en las carreras.
(...)
- con quien compites, Bill?
- Con ese de allí -. Dijo señalando un carro negro y un tipo? No se, tenía rasgos femeninos, agh, no tengo tiempo para esto.
- Nos vemos, ya empieza la mía y de Georg.
- Y Tom?
- Ja! Ya sabía que se me quedaba alguien.
- Tom!- Le hice unas señas de que viniera y rápidamente vino.
- Dime, linda.
- Tenemos que correr, tú, Georg y yo.
- Ah, dale.
Sonreí y fui a mi carro, estrenando una belleza que pronto les presentaré.
Subimos en nuestros carros y encendí la radio de comunicación.
