02.

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Jimin entró a la mansión a paso rápido mientras dejaba su portafolio, llaves y chaqueta en la mesita que estaba en la entrada.

Se quitó sus zapatos para ponerse sus pantuflas y así corrió hacia el estudio de su padre, entró sin tocar la puerta encontrándose con el.

Su padre pasaba la mayoría del tiempo encerrado en su estudio bebiendo un buen vino mientras leía algún libro, el señor canoso levantó su mirada hacia su hijo y le sonrió.

— ¿Que ocurre? ¿Por que vienes con un puchero? — le dijo con su voz ronca.

— Primero que nada, buenas noches. — le respondió tomando asiento en el sofá. — Segundo, ¿Como está eso que vas a contratar un guardaespaldas para mi? Papá, no soy un niño, te lo recuerdo.

El señor Park entrecerró sus ojos viéndolo y volvió a sonreírle mientras bebía un sorbo de su vino.

— Claramente se que ya no eres un niño Jimin, pero es todo por protección nada más. De hecho iba a ir a buscarte, necesito hablar contigo.

— Lo sé, por eso vine inmediatamente. — Jimin le dijo. — Papá ¿Que es lo qué pasa? Cuéntame.

Su padre se levantó de su asiento y caminó hacia el para sentarse en el mismo sofá, tomó un suspiro y le empezó a contar todo desde el inicio.

— Espera. — Jimin le interrumpió. — ¿Estas diciéndome que el hijo de tu mejor amigo está amenazandonos?

— Si, el muchacho piensa que yo mate a su padre para que así nuestra empresa creciera. — le dijo. — Pero créeme hijo que no es verdad, yo quería mucho a Minho, era mi mejor amigo, su muerte me tomó por sorpresa a mi también.

— Tranquilo, te creo, se que eres duro más no eres un asesino pero es algo ilógico. — Jimin respondió. — ¿De casualidad te dijo que quiere a cambio?

— No, sólo me está diciendo que cuando menos lo espere va a atacar y al primero que tiene en la mira es a ti.

Jimin entonces tragó saliva, sintiendo confusión pero a la vez miedo.

— Está demente si piensa que logrará hacerme algo. — Jimin inflo su pecho. — Soy cinta negra ¿Recuerdas?

— Si lo sé hijo, pero aún así no pienso dejarte andar solo por las calles, por eso voy a contratar al mejor guardaespaldas para ti.

— Papá, de verdad te lo agradezco pero no es necesario, yo puedo cuidarme solo.

El señor Park sonrió y negó con su cabeza.

— Deja de ser tan necio, aunque no quieras lo tendrás y esa es mi ultima palabra. — Se levantó hacia la puerta abriéndola para que Jimin saliera. — Mañana en la mañana vendrán algunos a entrevista así que necesito que estes presente, ahora si me disculpas, tengo que volver a leer.

— Odio que siempre quieras tener control sobre mi, pero no te la dejaré tan fácil eso si. — Jimin se levantó.

— Algún día me lo vas a agradecer, pueda que ahorita sea tu peor enemigo pero cuando seas maduro entenderás el por qué he hecho todo.

Jimin se paró frente a él cruzándose de brazos y le sonrió.

— Soy mucho más maduro de lo que tú piensas.

— Pues pruébalo. — le respondió con la misma mirada retadora.

El menor sólo soltó un bufido y salió del estudio viendo con su padre cerraba la puerta, sin decir más camino hacia las escaleras para subir a su habitación.

Todo era una mierda, su padre aunque no lo aceptaría frente a él, tenía razón.

La cosa estaba muy peligrosa como para andar libre sin tener cuidado por lo que no tuvo más remedio que rendirse ante eso.

𝗕𝗲𝗮𝘁 𝗼𝗳 𝗹𝗼𝘃𝗲 ✧ JK-PJ ೄDonde viven las historias. Descúbrelo ahora