Un pobre chico millonario

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—¡Rookie! La empleada de confianza de los Peterson me llamó, nos espera en la residencia.

—¡Perfecto! Charlie necesita regresar a su casa. Pero la fiscal aún no me contacta, no sé qué voy a hacer respecto a la custodia. Aunque las opciones que tiene Charlie no es que sean las más favorables...

—¡Pero tú tampoco puedes ser su "niñero" por más tiempo! Si queremos realmente ayudar a Charlie tenemos que ponerle los ganchos a los asesinos de sus padres. Ese es nuestro trabajo, el de la fiscalía es asegurarse que Charlie esté en un entorno seguro.

Mientras discutíamos esto, la doctora Swan se acercó a nosotros. No sé si llegó a escuchar el problema acerca de la custodia de Charlie o si era algo que ya estaba pensando ofrecernos, pero nos presentó una opción "salvadora":

—Detectives, quería tocar un tema con ustedes, es acerca de Charlie y los cuidados que necesita. ¿Qué va a pasar con él? ¿Quién se encargará de cuidarlo ahora que sus padres no están?

—Bueno, lo lógico sería entregar a Charlie a un familiar cercano; pero dadas las circunstancias aún turbias del asesinato de sus padres, la fiscalía me designó su custodia hasta definir un tutor legal.

—¿Esto quiere decir que investigan también a los familiares? —preguntó la doctora sorprendida.

—Tenemos un dicho común en nuestra labor: "Todos están implicados en el crimen, hasta que se les descarte" Le respondió Gus con extrema sinceridad— Así que todas las personas dentro del entorno de los Peterson, o que de alguna forma hayan estado relacionadas con ellos, están bajo investigación.

—¿Me incluye?

—Sí, doctora...—Le respondí— Vamos a necesitar que se entreviste con nosotros a la brevedad. Toda información que pueda proporcionarnos en relación a los Peterson, nos es de suma importancia.

—Comprendo... ¿Y acerca de Charlie? ¿Quién cuidará de él ahora que sus padres no están?

—Por el momento el Estado. Mientras se adelantan las investigaciones Charlie podría estar bajo el cuidado de una institución, entretanto se pueden descartar a algunos de sus familiares más cercanos para que se ocupen de él. — Le respondió Gus.

—¿Una "institución"? ¿Qué clase de "institución"? Charlie en su condición no puede ser llevado a un sitio donde no sepan cómo tratar con alguien de su condición. Podría ser muy perjudicial para él. Yo puedo ofrecerles apoyo en el centro para cuidar de él. —respondió la doctora Swan de forma muy vehemente.

—¡Y yo le ofrezco mi casa! Sé que mis padres no tendrán problema con Charlie. Estará bien conmigo, ¡se los aseguro! No pueden llevar a Charlie a un lugar horrible como esos que se ven en la TV. ¿Qué si le hacen algún daño? ¿O lo violan? ¿O lo golpean hasta causarle graves lesiones? ¿Saben las cosas que se dicen de ese tipo de instituciones?

Pat de inmediato empezó a hablar y hablar, a discutir con nosotros. Este chico de verdad se nos hacía muy difícil de sobrellevar. Entre tanto Charlie permanecía sentado en una silla plástica con la cabeza baja, ya despertándose un poco de los calmantes que le dieron, pero sumamente ensimismado, triste. Mientras Gus intentaba calmar a Pat, yo me acerqué a Charlie y traté de atraer su atención:

—¿Charlie? ¿Estás bien? Te llevaremos a casa.

Pero Charlie ni siquiera reaccionó. Me dio muchísima tristeza porque creo que comenzaba a comprender dentro de su cabeza que las cosas no volverían a ser igual. Me saqué el conejo blanco que tenía bajo mi saco y se lo puse en las manos. Charlie lo apretó, pero no dijo nada, ni mostró más entusiasmo.

CharlieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora