—¡Isa! ¡Isa! ¡Ven acá!
La esposa de Isaac Peterson notó algo muy inusual esa mañana. En realidad ella tenía el presentimiento de que algo raro pasaba entorno a ellos, además de que Gus y yo les teníamos el ojo montado...
—¿Qué pasa? ¿Qué tienes?
Isaac se acercó a su esposa que estaba parada frente a una ventana. Ella se asomaba con cuidad, medio abierto la cortina para asomarse y ver lo que ocurría frente a la calle donde vivían.
—¿Ves ese auto azul allí estacionado? —Le señaló la mujer— Hace dos días que está parado allí frente a la casa. No visitan a nadie, no son de por acá... ¿Entonces qué hacen allí estacionados? ¿Tú los conoces?
Isaac vio el auto y lo reconoció: ¡Claro que sabía quiénes eran!
—¡Sólo ignóralos! ¿Bien?
—Espera... ¿Acaso esos son los hombres que contrataste para...?
—¡Cállate!
Isaac tapó la boca de su mujer y la apartó de la ventana. Se la llevó a empujones hasta encerrarse con ella en un baño:
—¿Pero qué mierda te pasa, Isaac? ¿Por qué me tratas así? —Le gritó la mujer furiosa.
—¡Por qué tienes que aprender a mantener la boca cerrada! ¿Qué no ves que si alguien te escucha nos arruinamos?
—Isaac, ¿Qué carajo está pasando? ¿Por qué esos tipos nos vigilan?
—Porque no les he pagado, Linda; por eso. Supongo que quieren presionarme, y además mantenerme amedrantado...
—¿O sea que ahora nos amenazan los asesinos que contrataste? ¿Estamos en peligro tu esposa y tus hijos ahora?
Isaac respiro profundo y trató de calmar a su angustiada esposa:
—¡Nadie está en peligro! ¿Bien? ¡Cálmate! Ellos no nos van hacer daño, sólo quieren su dinero. Creen que voy a hacerme de la herencia y largarme del país. Por eso están haciendo esto...
—Isaac... ¡No puedes confiar en esos asesinos!
—No estoy "confiando" en ellos, Linda. Es sólo cuestión de lógica: Si me tocan a mí, o a mi familia no obtendrán nada. ¡Ellos lo saben! No son idiotas, sólo quieren hacerme presión. ¿Pero sabes lo que sí es peligroso? Que no sabes mantener la boca cerrada. ¡Que sea la última vez que tú mencionas algo sobre mi relación con los asesinos! ¡La ultima!
La mujer suspiró molesta, pero no le respondió nada a su esposo.
Lo cierto es que tras su aparente pasividad, Isaac estaba realmente estresado: Sabía que la policía sospechaba de él, y además los trámites para tomar la custodia de Charlie no eran tan sencillos en medio de una investigación criminal.
Así que decidió ese mismo día contratar a uno de los mejores abogados de la ciudad, con el fin de acelerar el traspaso de la custodia de Charlie, y por consiguiente comenzar a tomar posesión de su dinero.
En tanto que Gus y yo decidimos darle una visita sorpresa a Isaac, pero no entramos por la puerta principal, sino que estacionamos mi auto una cuadra más abajo, y tratando de no llamar la atención, fuimos directo a su garaje.
La idea era comprobar los vehículos que eran propiedad de Isaac Peterson y su esposa.
—¡Bien! Sólo echaremos un vistazo, muy disimulado, para ver qué autos guardan allí. No es "allanamiento de morada", es... "¡Yo tuve un auto como este cuando estaba en la secundaria!" y justo allí aprovechas de revisar el garaje...
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Charlie
General FictionCharlie: Odia los colores, por eso todo lo prefiere blanco. Le atemorizan los rostros, asi que siempre les da la espalda a las personas. No le gustan los ruidos fuertes, ni la música de ningún tipo. Prefiere la soledad y si puede se refugia en su es...