Cuando el amor duele (G!p)

Cap.3 Decisiones

Narrador omnisciente

Lauren había llevado al pequeño Erick a la escuela, en compañía de su amiga Camila quien estaba demasiado pensativa por no saber que había sucedido la noche anterior.

El pequeño Erick se había despedido de Lauren y de Camila. Así ambas subieron al auto.

—Lauren— le llamo la atención —quiero preguntarte si hice alguna tontería anoche, es que no recuerdo nada— comentó y de parte de la ojiverde se mostró una reacción calmada.

—No, no hiciste nada— sonrió, aunque era evidente que mentía muy bien.

—¿Vamos a tu casa?— la ojiverde cuestionó —digo así vamos por la ropa del pequeño y por la tuya también—

Camila asintió y muy dentro de ella tenía miedo de que Donnovan su esposo estuviera en casa.

[...]

Narra camila

Llegamos a casa, el auto oscuro de Lauren se estacionó al frente. Ella me acompaño pero yo tenía miedo.

Entramos a casa y parecía que Donnovan no estaba y eso era bueno.

—Iré por la ropa de Erick, puedes esperarme aquí si gustas— dije amable y ella asintió.

Estaba por subir las escaleras cuando Lauren me tomo de la mano y exclamó —tú marido esta ahí— volví mi mirada y ahí estaba el en efecto.

—¿con permiso de quien la traes a mi casa?— cuestionó el muy molesto

—con mi permiso— respondí con valor y el se acercó

—En tu patetica vida me vuelvas a hablar de esa manera Camila— sabia que me golpearia, su puño vi dirigirse a mi rostro pero Lauren lo detuvo y en un solo movimiento lo tumbo al piso

—Le pones una mano encima y te meto a prisión por el resto de tu asquerosa vida ¿entiendes?— lo amenazó y el se levantó

—Fenómeno no me hables asi—

Lauren me miró —ve por las cosas del niño, lo que sea importante para ti, lo demás dejalo— senti miedo y ella lo noto —sube el no te hará daño, lo prometo—

Subí tan rápido como pude. Entre a la habitación de mi pequeño y cogi una maleta con ropa, algunos de sus juguetes favoritos y después corrí a mi habitación, tome mi cartera, mis cosas y la ropa no me importaba así que no tome nada.

Baje tan rápido como pude pues escuche ruidos. Al bajar estaba Donnovan en el piso y había sangre.

—¿Estas bien?— pregunte y Lauren asintió. Me tomo de la mano —vamos— dijo ella y la seguí.

Dentro del auto la note un poco más pálida de lo normal. Le quería preguntar pero arrancó.

—¿Segura que estas bien?— pregunte y ella asintió.

Nos alejamos rápidamente y al llegar a un semaforo note sangre.. Lauren estaba herida y era mi culpa.

—Lauren... estas herida— dije y ella sonrió tranquila.

—No es nada, lo más importante es ir por el pequeño, por su propia seguridad— sin más arrancó, pero podía notar que me mentía, le dolía la herida.

[...]

Después de sacar a mi hijo de la escuela, fuimos a casa de Lauren. Ella indicó a su personal de servicio que no dejara entrar a nadie, coloco seguridad extra y su forma de dirigirse a los demás cuando estaba seria era increíble.

—Mami Leren esta mal, tiene angre— dijo mi hijo muy preocupado.

Lo lleve a dentro y le dije que viera televisión. A Lauren la obligue a ir a la cocina, saque el botiquín, me puse frente a ella y le quería quitar la blusa.

—¿que haces?— dijo negándose

—Intento curarte, eso hago— dije seria y ella negó —Lauren tienes una herida y quiero curarla— se volvió a negar pero la tome de las manos y la sujete fuerte —es mi culpa.. así que deja que te cure y al menos así me sentiré menos culpable— ella me miró y se quito la blusa.

Sentí mi corazón palpitar muy rápido. Tenia el abdomen muy tonificado, su piel blanca era hermosa como la porcelana, sus pechos eran perfectamente simétricos.

—Sigo sangrando ¿harás algo o no?— escuche su voz carrasposa y salí de mi transe.

Comencé a curarla. Su mirada no apartaba de mi, podía escuchar sus quejidos leves. Ella susurro —Camila ¿que decisión tomaras?— me estaba cuestionando y la mire

—Me refiero a ese animal que tienes por marido ¿que decisión tomaras? Sabes perfectamente que el no es bueno, que te hará daño y peor aun no te hace feliz.. toma una decisión prudente, basándote en el bienestar de Erick y el tuyo también— me acerque a ella y acaricie su rostro, como una cobarde la abrace.

—Lamento esto que paso, yo no quería que salieras lastimada— sentí sus manos atrayendome a ella —Calma— su voz rasposa relucio —Te protegeré de todos— sus manos me apretaron y sentí calor.

Lauren me estaba consolando y yo.. yo sentía calor en todo mi cuerpo. Yo deseaba que ella me siguiera tocando ¿Habré perdido la cabeza o el juicio quizás? Estoy hablando de mi mejor amiga, la que es sexy, protectora, hermosa, la que tiene piel suave, huele bien y tiene un abdomen tonificado.

¡Joder!

—Camila quisiera que te quedes aquí mientras tomas una decisión, así Erick estará a salvo y tu también— me separe y la mire, sus ojos Esmeralda brillaban como nunca y eso era hermoso.

¡Me gustaba estar cerca de ella!