Cuando el amor duele (G!p)

...

Garaje

Lauren sin decirle a nadie busco un auto sencillo y lo tomo.

—Vas a fingir que estoy inconsciente y me vas a infiltrar en esa fortaleza ¿entiendes eso?— la miró con frialdad —si te atreves si quiera a intentar joderme, en ese mismo momento te doy un tiro en la cabeza— sentenció —¿entendiste?—

—Entendi— sollozo con dolor

La ojiverde la jalo del cabello —Sería interesante ver como lloras a un más pero será después si, no te asesino— sonrió

Ambas subieron al auto —Maneja— ordenó la ojiverde con total autoridad

Elena empezó a conducir en dirección a la Fortaleza.

[...]

Mientras tanto
Fortaleza Fereira

—Camila te traje caldo de pollo— exclamó Donnovan con tono dulce.

—No— se limito a responder

—Tienes que recuperar energías, es importantes que comas algo— dulcemente acercó la bandeja —también te traje un postrecito de chocolate—

Camila bruscamente lanzó la bandeja al piso

—No, no— grito —No entiendes, no quiero—

Donnovan al mirar el caldo en el piso se acercó —Me haces eso de vuelta y te juro que de tu rostro brotará sangre ¿entiendes eso? Intento ser amable y el esposo que te mereces—

La latina lo miro fijamente —Pegame, gritame, me puedes joder si quieres.. pero no me quiero seguir sometiendo—

Donnovan comenzó a reír como un maniático, sacó una navaja y sin piedad alguna se la clavo a camila en la pierna

—Grita— dijo al removerla

Camila comenzó a gritar de dolor, brotó de ella un torrente de sangre, de sus ojos lagrimas y sus manos se aferrarnos a las sábanas.

—Sabes querida esposa, el fenómeno pronto morirá— sonrió y presiono la navaja —Es una pena no crees, espero no te pongas triste—

—Mentira— grito

—Es verdad, en este momento mi hermana está cogiendo con ella para después envenenarla—

—Ella no haría eso— grito mientras se removia en la cama de dolor por la navaja, que su aún marido removia 

—Porfavor camila, tiene verga— bufo —No eres única querida, ella piensa con la de abajo— sonrió —Pero para mi si eres única— saco la navaja

—Te odio— susurro

—Me amaras cuando ella muera— se levantó y le grito al doctor "encarguese se está desangrando"

El doctor se apresuró, curo la herida con eficiencia y se quedó al lado de Camila, quien lloraba desconsoladamente.

—Srta. Quisiera ayudarla, no me gusta ver llorar a mujeres— suspiro el doctor —Sea valiente.. si me acepta un consejo, negocie con el, seguro quiere algo— dijo muy sabiamente