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Transcurridos los tres días, Taylor se encargo de llevar a Casa a Lauren.

—¿Ya te sientes mejor?— cuestionó

Si.. ¿donde esta Camila?— preguntó impaciente

Esta en tú casa pero no te puedo dejar sola con ella, necesito saber si te podrás controlar— comentó algo pensativa

—¿Controlarme? No comprendo— dijo mientras miraba por la ventana a varias chicas

—Controlarte en ese sentido, estas mirando mujeres Lauren.. por dios tú no eres así pero tus estúpidas hormonas están disparadas— suspiro —Temo que si te dejo con Camila a solas la lastimes—

Lauren bajo la mirada —Mis deseos sexual es son muchos, tengo consciencia Taylor y no voy a lastimar a Camila, aunque no se, si me pueda controlar—

Taylor llegó a una de las propiedades de la ojiverde, estacionó el auto y enseguida escucharon la voz del pequeño Erick.

—Leren— gritó el pequeño —Leren— replico hasta llegar a donde estaba la ojiverde

Campeón— sonrió —¿No piensas abrazarme?— cuestionó

Tú cabello— exclamó algo triste el pequeño —No esta—

—Ven aqui— lo tomo en brazos —Ya me crecerá y volveré a ser la misma de siempre—

El pequeño la abrazo —Te quiero mami— exclamó

Entraron a casa y Lauren busco con la mirada a Camila.

La encontró sirviendo unas tazas de café, vestida con un short azul, blusa negra y una coleta alta.

Hola— dijo Taylor —Un día y te has adaptado perfectamente, me agrada eso— sonrió

Es bastante amplia la casa, muy linda— comentó nerviosa al sentir la mirada de la ojiverde sobre ella.

Tengo buen gusto ¿no crees?— pronunció Lauren y bajo al pequeño —¿No piensas saludarme?—

Narra Camila

Escuche sus voces, enseguida vi a Lauren. Parecía que no había sufrido ningún accidente.

Su mirada estaba puesta en mi.

—Tengo buen gusto ¿no crees?— pronunció una vez exprese mi comentario sobre su casa —¿no piensas saludarme?— me tense al escuchar su voz rasposa.

Me acerque y la abrace.
Pude sentir como sus brazos me rodearon, sentía su respiración en mi cuello, era delirante sentir su cuerpo tan cerca del mío.

—Hola camz— susurró —Me alegro que estés bien— la escuche decir y me separe

—Me alegra que tú estés bien— dije y ella sonrió —Les eh servido café, iré por una tarta de fresas con crema que vi en el refrigerador—

Comente y enseguida note la mirada penetrante de Lauren. Me seguía como felino a su presa.

Taylor se sentó junto a mi hijo y yo fui a buscar la tarta. La saqué del refrigerador y busque un cuchillo.

—Donde estaran— dije para mi misma

Sugunda gaveta a la derecha— era Lauren, me tense enseguida al sentir su presencia.

Gracias— me limité a decir sin verla

¿Que sucede?— se acerco a mi, sin poder escapar ya estaba frente a mi, me había acorralado —Te vez hermosa—

Cuando el amor duele (G!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora