Cuando el amor duele (G!p)

...

Narra Lauren.

Al llegar a Casa, Camz se había quedado dormida, la tome en brazos en la cargue hasta dentro.

Al subir por las escaleras se despertó y sentí como se aferro a mi.

—Eres fuerte— susurro y la lleve hasta la cama.

Me miraba fijamente, tenía una expresión tan tierna.

—Quiero que descanses camz— indique y ella negó con dulzura.

Se levantó y me beso los labios —Esperame aquí— indicó y la vi irse directo al baño.

Narra Camila.

Me sentía mareada, algo intranquila. Lauren me esperaba fuera del baño.

Me comencé a desvestir y al irme quedando desnuda aún podía ver ciertos moretones que no desaparecían del todo.

Me sentía insegura de mi misma.
Insegura de mí cuerpo.

—Camz— escuche la voz de Lauren detrás de la puerta —¿Esta todo bien?—

Mi corazón se aceleró, estaba nerviosa.

—Si— dije con la voz entre cortada.

—¿Puedo pasar?— escuche su linda voz ronca

—No— respondí

Abrí la puerta y me cubría con una toalla, sus ojos verdes me miraban detenidamente. Su expresión de cachorro era única.

La tome de la mano y la guía a la cama, saque del cajón una cinta —Quiero ponertela en los ojos— dije

—¿Porqué?—

–Porqué no quiero que me veas.. me siento avergonzada— confesé y me tomó de la cintura con fuerza

—Camz conmigo no tienes porque sentir vergüenza.. si supieras lo mucho que te amo—

Trague en seco, su tacto firme me hacia estremecer.

Mi cuerpo en entero se calentó de inmediato. —Porfavor— supliqué y accedió a colocarse la cinta en los ojos.

La despoje de su blusa, del pantalón dejándola únicamente en bóxer y brasier. Tenia un cuerpo perfecto, sus músculos se marcaban, su abdomen estaba tonificado, las venas de las manos me excitaban.

La empuje suavemente a la cama y le bese la frente —Lauren— susurre

—Camz— de un tirón quito la toalla y me jalo contra ella, me senté sobre su regazo.

Me apretó las nalgas —Amor— dije muy agitada

–Camz ¿estas nerviosa?— cuestionó

—Si— confesé

Sentía nervios como la primera vez, me incline y la bese.

Sus labios carnosos devoré lentamente, sintiendo su necesidad por mi, sentía el latir de su corazón. Cuando mi lengua se encontró con la suya también sentí como su erreccion sobresalía del bóxer.

Me separe despacio de sus labios, estaban rojos, llenos de deseo.

Se inclino contra mis pechos y comenzó a chupar uno de mis pezones.

Cerré mis ojos al contacto de su boca contra mi piel, su mano libre comenzó a estimular mi otro pezon. Mordí mi labio intentando calmar mis gemidos, mi respiración era inestable.