Extra 1

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La primera vez que lo vi fue... extraño.

Llegar a una isla buscando refugio en otro clan nunca se me hubiera pasado por la cabeza hasta hace unos días. Papá pensó que esto era lo mejor para nosotros y lo haríamos siempre y cuando el lo dijera, pero aún así no es fácil adaptarse a un lugar tan diferente.

Bueno, nuevos lugares, nuevas experiencias y cosas que aprender, no puede salir nada mal... ¿verdad? Eso me dije antes de estar golpeando al hijo del Olo'eyktan por molestar a mi hermana. Me termine metiendo este problema por Lo'ak y yo apoyaría a mi hermano en lo que fuera, incluso si esto pondría furioso a papá. — ¡Más te vale no volver a molestar a mis hermanos! ¿Me oíste idiota? — Le grité a Ao'nung después de dejarlo en el piso junto a sus amigos con Lo'ak. Se sobó la mandíbula y después se tocó el ojo que comenzaba a incharse y ponerse morado. El escándalo no pasó desapercibido y papá nos terminó empujando hasta el marui, donde nos regaño y mando a pedir disculpas. Lo'ak se había adelantado y no pude encontrarlos por ningún lado. Eso no me gustó nada. Camine por todo el lugar buscándolos, pero nada. Al anochecer los vi volver del océano, pero no estaba Lo'ak con ellos. Los amigos de Ao'nung se alejaron poco a poco cuando camine hacia él y me le puse al frente. — ¿Se te perdió algo? — Dijo con ligera burla en su pregunta. — ¿Dónde está mi hermano? — Sonrío aún más, no me gustaba eso. — ¿Tu hermano? No pudo seguirnos el paso y se quedó en el arrecife. — Mis ojos se abrieron y una rabia desconocida que nunca antes había sentido me comenzó a llenar. Lo agarré de su flagelo y lo arrastre hasta encontrar a mi papá. Él estaba con Kiri en ese momento. — Anda. Dile lo que me dijiste. —

Cuando confesó comenzaron a armar un equipo para ir a buscar a Lo'ak y ver si estaba bien, pero volvió antes de que salgamos. Por alguna razón Lo'ak se hecho la culpa de todo y recibió el castigo por Ao'nung. Los vi irse juntos y los seguí, hablaron un poco antes de irse por caminos separados. ¿Por qué Lo'ak haría algo como eso? No es ese tipo de Navi. Intente preguntarle, pero me dijo que estaba cansado y que quería dormir.

Bueno ahora estoy frente a frente con el skxawang que dejo a mi hermano a la deriva en más abierto por las clases que nos daban. No hablamos mucho, me mantenía cortante con él. Realmente no tenía ganas de hablarle. Cuando terminó la lección iba irme a cualquier lugar menos ahí, pero Ao'nung se puso al frente con su Ilu. — ¿Ahora qué quieres Ao'nung? —

— Bueno yo... quería pedir por ser tan estúpido. —

— Eres un estúpido. Él perdón no se consigue tan fácil y si lo quieres vas a tener que ganártelo — Le interrumpí empujando mi dedo en su pecho. No podía perdonarle tan fácilmente.
— En serio. ¡Perdón! No debí tratarlos así y Lo'ak ya me enseñó eso anoche... Realmente solo soy un imbécil. — Oh por Eywa, ¿por qué soy débil ante los rostros afligidos? Realmente lucia arrepentido. Suspire y mire a los lados por la costa para pedirle algo. — Bien. Si quieres mi perdón vas a tener que enseñarme como hacer una red de pesca. —

— Claro. ¿Cuándo quieres empezar? — Ya estaba de mejor humor. — ¿Qué tal... ahora? ¿Tienes otros planes? Podemos dejarlo para más tarde o mañana. — Me negó con las manos. — No tengo ningún compromiso, vamos. — Nadamos con nuestros Ilus y buscamos materiales para comenzar a armas la red. Lo que hice fue usarlo con la excusa de que me enseñe como hacerla para que él lo hiciera. O al menos eso intente. Se estaba esforzando enserió y no quise dejarlo haciendo esa gran red solo y me uní para ayudarle. ¿Qué es esto, síndrome de hermano?

Me enseñó como hacer las tiras y los nudos de forma precisa, él parecía ser bueno con las manualidades. Incluso lo adorno con caracolas y estaba quedando bastante bien para ser mi primera vez.


— Odio admitir esto, pero eres un buen maestro. Te va mejor en esto que en las luchas. — Le dije cuando terminamos la red. — ¡Ey! — Señale mi ojo burlándome del suyo. Me rodó los ojos y le dio los últimos nudos a la red. — Enserió eres bueno. — Le dije sin reírme. La red estaba preciosa. — Tampoco lo hiciste mal. ¿Necesitas algo más? —

— No lo sé, aun bastante para que anochezca. ¿Qué hacemos? —

Desde ese momento comencé a pasar más tiempo con él, no sé en que momento termine mirando todo lo que hacía, me lo topaba de vez en cuando, decir de vez en cuando fue corto, parecía topármelo en cada ruta que tomaba. Cada uno con su tarea asignada y fue divertido encontrar las coincidencias. Realmente estas casualidades en algún punto me comenzaron a resultar extrañas. 

— ¿Me estas siguiendo? — Se sobresalto al verme de frente interrumpiendo su paso. — ¿Qué? ¡No! — Dijo desviando la mirada. — Ao'nung. — Lo mire entrecerrando los ojos. 

— Si... — 

— ¿Por qué? — No me contesto, pero en mi interior había una ligera esperanza. Odiaba admitirlo, pero el comenzó a gustarme. En cada encuentro, en cada salida, en cada conversación casual, simplemente me atraía. Me atrajo aun más después de conocerlo, mi primera impresión de él fue horrible y la tenía bien merecida, nos trató como parias a todos, pero supo remediar su error, no todos hacen eso, sus orgullos no lo permiten, pero él dejo ese orgullo que le impedía dar un paso al frente, tal vez por eso le costaba justo ahora formular una excusa. — ¿Qué te pasa Ao'nung? — Iba a decir algo, pero al verme sonriendo quedo mudo. 

— ¿Sabes una cosa? — Él me miro expectante y confundido, espero que continuara. — No soy como Kiri o Rotxo, no daré vueltas al asunto y dejare pasar la oportunidad. —

— ¿De qué estamos hablando ahora? — Se veía mas confundido que antes, lo que me pareció tierno. — Te gusto. — Afirme. .Sus ojos se abrieron y parecían que se iban a salir en cualquier momento. — Y-yo... — Tomo aire y al fin dejo de usar excusas. — Lo hago. — Por fin lo admitió. — Yo lo siento si eso te incomoda. No me volveré a acercar para no molestarte. —

No pude evitar bufar y ante esto agacho la cabeza dispuesto a irse, antes de eso lo tome del brazo y me miro sorprendido, mientras miraba a los alrededores y le di un beso en su mejilla cuando nadie miraba. — Tranquilo, también me gustas. — Me di la vuelta para ir a terminar el recado que mi madre me había mandado. Él parecía una estatua como esas en las imagenes que me mostraba Norm de la tierra. — ¿No me acompañas? — Pareció salir del trance y me siguió con una sonrisa tonta en toda su cara, realmente no sabe disimular.


Mi cuerpo dolía, era pesado y no tenía las fuerzas para levantarme. Luche por mover un poco mi cabeza para ver a mi alrededor, mi unica vision eran los trazos del techo del marui. A mi mente volvieron todos los recuerdos de la pelea, intente levantarme, necesitaba saber si todos estaban bien. Una silueta se poso en el cristal, sorprendiéndome un poco. — ¿Neteyam? — Pudo escuchar su nombre, mi madre derramo lagrimas al verme, intente decir algo, pero mi garganta dolía mucho. — ¡Ma'Jake! — Salió corriendo, llamando a papá varias veces. ¿Qué había pasado?











Yo se que desaparecí en esta historia, pero hey, las graduaciones no son fáciles xd. Aun les debo otro extra, tal vez lo publique mañana o pasado.  

Pero de que saco ese extra lo saco, viva la vida no más colegio, pero hola universidad. (Mátenme)




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⏰ Última actualización: Mar 06 ⏰

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