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Capítulo 4

Los días pasaban Dream, Farfa, Luzu, Quackity, Shadoune y hasta incluso Spreen se habían hecho muy buenos amigos, sin embargo algo más que la amistad pasaba por el osezno y el ente, parecía que entre más avanzaban con su plan más se acercaban ellos dos, a ninguno de los dos realmente no les disgustaba, todo lo contrario.

Spreen amaba sentir la presencia del ente, esas fuertes manos que podían dejar a alguien incosiente de un solo golpe, pero que con el lo trataba con delicadeza. El como provocaba movimientos en su extremidades híbridas, todo eso le gustaba y aunque le costó aceptarlo la presencia del francés se había hecho costumbre en su vida, al igual que los sentimientos que aún estaban en proceso de aceptar.

Mientras por otro lado, Shadoune, le encantaba sentir la presencia del osito, sabía que era alguien a que temer, lo había visto pelear en todo el transcurso  de su estancia en la cárcel, era increíblemente inteligente pero el no podía dejar de verlo como alguien tierno, pero al contrario de Spreen, el ya había aceptado esos sentimientos desde hace mucho tiempo, desde hace mucho tiempo que sus sonrisas eran dedicadas a él al igual que las palpitaciones aceleradas de su corazón cada vez que este se acercaba.

En estos momentos, en la celda de Spreen y Farfa, el azabache estaba explicando todo el plan a sus amigos, al menos una parte, también hablaban de las herramientas que necesitarían y otras cosas más que Shadoune no estaba escuchando por apreciar la delicadeza con la cual explicaba tratando de que todos entendieran, pronto recibió un codazo de Farfa.

—¿Estas prestando atención? El oso se enojara si algo sale mal.— habló en un tono bajo —Si te soy sincero no.— hablo con total honestidad el ente, quien pareció sacarle un suspiro a Farfa.

Cuando el osezno terminó de hablar, charlaron un rato entre buenos amigos, a lo cual el de lentes oscuros decidió salir de la celda, se notaba preocupado.

Sintió una mano en su hombro, cuando volteo a ver era el pato, quien le preguntó si estaba bien.

—La verdad, no, de los nuevos reclusos que llegaron sólo me dieron el nombre de uno.—

El pato, que tenía la mano en el hombro pareció quitarla, caminando un poco hacia delante para poder hablar más cómodo con el azabache.

—¿Qué pasa con eso? Tienes miedo de que puedan arruinar nuestros pl..— el pato se vio interrumpido por el oso.

—No, no, no es nada de eso. Solo que, uno de los nuevos reclusos fue algo muy importante en mi vida, persona de la cual estuve enamorado, realmente no se que hace aquí.—

El híbrido de pato pareció sorprenderse, nunca pensó que el oso le contará su vida, mucho menos el hecho de que estuvo enamorado de alguien.

—Tal vez viene a pagar condena de un mes o menos, no se escucha como alguien peligroso, ¿Cuál es su nombre?—

—Roier.—

Ese nombre hizo eco en la mente del pato, quien pareció preocuparse aún más que el azabache con el que se encontraba hablando.

—Quackity, ¿Quackity?—

Quackity estaba tirado en el piso, se desmayo.

Spreen llamó a todos los demás, Luzu se encargo de cargarlo y llevarlo hacia la enfermería, agradeció a Spreen por avisar.

𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄 𝐑𝐄𝐉𝐀𝐒.⸺𝗦𝗵𝗮𝗱𝗿𝗲𝗲𝗻 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora