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Capítulo 8

—¿Qué mierda..? — Se encontraba el azabache abrumado por la información que acababa de recibir.

Y es que, ¿Quien no? ¿Quien no después de saber quienes eran sus padres?

Sus manos temblaban al tener contacto con aquel papel que afirmaba ser el hijo de Rubius y Vegetta.

Estaba feliz de saber quienes eran sus padres, pero aún así, el resentimiento, el miedo y la impresión no lo dejaban pensar bien, nublaba sus pensamientos.

Pero, más allá de simples metáforas, su vista se nublaba y sentia como le faltaba la respiración.

Cuando cayó al suelo, pudo escuchar unas pisadas y un acento español, pero que no reconoció.

—¿El hijo de Vegetta? Si Rubius se entera de lo que te va a pasar se caga encima.— Aclaro su voz al sentir alguien atrás suyo, encontrándose con el ente que parecía preocupado ya que no lograba escuchar la voz de Spreen.

—¿Quien eres tú?— Preguntaría el francés, mientras que el desconocido pondría una mano en el hombro del contrario —Soy parte de los guardias, me falta mi uniforme.— Generó una cierta desconfianza en el ente, un mal presentimiento. —Supongo que eres amigo del niño este, deberías llevarlo a enfermería, sino pobre del chaval, eh.. Lo digo de buena onda.— Dio una última sonrisa y se despidió.

—¿Spreen?— Busco al oso, hasta encontrarlo tirado.

—Shadoune.— Movió su mano intentando ponerse de pie —Cuidado, Spreen. ¿Necesitas ir a enfermería? — Negaría con la cabeza, aunque estaba sudando bastante sostenía aquel papel, dandoselo al ente.

—¿Una prueba de ADN? Esto.. ¿Es tuyo?—

Leería un poco, ahora entendiendo el porque de la preocupación del oso.

—Eres hijo de..— Interrumpió el azabache —Tenes prohibido decirle esto a alguien, ¿Entendido, negro?—

—Si.— Tragó saliva, no quería llevarle la contraria al oso justo ahora.

—Shadoune.— Llamó la atención del contrario —¿Si?— El azabache pensó como formular su respuesta —¿Por qué quedaste preso?—

El ente cambiaría su semblante a uno más serio.

—¿Nunca te contaron?—

—¿A qué te referís? Si supiera no te preguntaría.—

Un suspiro pesado saldría de parte del ente.

—Yo en realidad fui un experimento de laboratorio.. Bueno, no terminan nunca muy bien esas cosas.—

—Sos anormal, nada de vos es normal, ¿qué onda con vos?—

El ente sonrio, para después ver a Luzu y a Quackity en la puerta de la celda, pero eso no era extraño, lo extraño era ver a Luzu con preocupación y tan alterado.

—Perdón, no quería interrumpir.— Diria Quackity mientras que entraba en la habitación.

—Tenemos un problema, necesitamos salir de acá lo más antes posible.— Hablaría el de ojos rojizos, sentándose para explicar. —Tenemos una situación complicada, hay un guardia que va a tratar de jodernos a todos, en especial a ti, Spreen.—

Sacaría una foto un poco vieja y arrugada, donde se podían ver a Rubius, Vegetta, a Luzu y a un señor que ni Quackity conocía, señalando Luzu a este mismo.

—Este es Auron..—

—¿Qué tiene que ver ese señor? — Confundido diría Quackity.

Luzu evitaría responder la pregunta, diciendo que era un señor peligroso para no dar explicaciones a detalles.

𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄 𝐑𝐄𝐉𝐀𝐒.⸺𝗦𝗵𝗮𝗱𝗿𝗲𝗲𝗻 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora