2| 𝐅𝐑𝐈𝐄𝐍𝐃𝐒 ━ teen wolf

36| SMALL DETAILS

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.⃗. 🍂 [ CAPÍTULO TREINTA
Y SEIS ] 𑁍ࠜೄ ･ﾟˊˎ
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©ᴍᴀᴅᴇʙʏsʜᴀᴡɴᴍɪsᴄʜɪᴇғ

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MIENTRAS CAMINABA, ALANNA NO PUDO EVITAR REVISAR SU CELULAR EN BUSCA DE ALGUNA LLAMADA perdida por parte de Scott o Kira. Reprimió un suspiro al darse cuenta que no había nada en su registro de llamadas, y luego guardó su celular en el bolsillo de sus jeans. Por otro lado, Mason a su lado no dejaba de mirar a los jugadores de lacrosse que en ese instante se estaban poniendo sus camisetas. Alanna no tardó en darle un ligero codazo.

—Por lo menos disimula un poco —rio ella.

—Lo dice la chica que en el anterior partido se la pasó coqueteando con el capitán del equipo contrario —contraatacó Mason, no sin antes haberse quejado por el golpe—. ¿Cómo fue que pasó?

—Ah, es una larga historia —se limitó a decir Alanna.

—Primero estabas defendiendo a Liam de él y dejando en claro que no te agradaba para nada—siguió diciendo el moreno—. Y luego, pum, son novios.

—No somos novios —aclaró Alanna casi al instante, provocando que Mason voltee a mirarla incrédulo y con sus cejas alzadas.

—Bueno, pero están saliendo.

Alanna hizo una pequeña mueca.

—Algo así.

Mason se detuvo en la cola de un puesto de comida, y al ver que había mucha gente delante suyo, le dijo a Alanna que mejor vaya avanzando a las gradas y que le guarde un lugar. La chica no objetó, por lo que retomó sus pasos esta vez sola, estando a punto de subir las gradas en busca de un lugar vacío para los dos, de no ser porque a unos metros divisó a Brett hablando con algunos amigos de su equipo.

Alanna se la pensó dos veces antes de dirigirse hacia ellos con ciertos nervios. Había decidido que aquella noche iba a dejar las cosas en claro con él; no podía dejar que pasaran más y más días.

El chico desvió su mirada hacia ella en cuanto la notó acercarse, y la sonrisa que tenía en su rostro —por algo que había dicho uno de sus amigos— desapareció poco a poco. Alanna pudo ser capaz de notar cómo les decía algo rápido antes de alejarse de ese pequeño círculo y avanzar también unos cuantos pasos.

—Hey —saludó Alanna con cierta timidez.

—Hola, persona que no responde mensajes ni llamadas.

—Mi error, lo siento —aceptó ella con una sonrisa incómoda de labios sellados—. ¿Podemos hablar?