Con esta historia no intento ofender a nadie, si no les agrada ahorrense sus comentarios, por favor. Sólo es entretenimiento y sobre todo ficción.
"Algún día seré feliz, ¿no?" Palabras que jamás se cumplieron...
-Contenido delicado.
-Menciona prob...
La castaña se encontraba en el suelo, llorando sin consolación ya que su novia aún no había regresado a casa. Se sentía adolorida de su cuerpo y cara por las cachetadas y golpes que recibió de la señora que dice ser su madre.
-Me duele -tocó su mejilla- . Pero...para sentirme mejor me a terminar de pintar el cuadro que estaba haciendo hace unos días -sonrió débilmente.
Jennie quiso dejar las autolesiones de un lado. Ya casi no lo hacía. Pero lo reemplazó por fumar que de una u otra manera era más dañino para su salud.
-Listo, ya tengo todo para terminarlo, sólo me falta un poco -sonrió-, espero que no me deje algún moretón estos golpes que recibí -suspiró pesado.
La castaña comenzó a pintar en su caballete, eso le hacía sentía mejor, relajada y en paz. Ella era buena pintando por lo cual no se le dificultaba en lo absoluto.
-A ver, esta nube que no me sale está arruinando mi paisaje -frunció el ceño-, ¡listo! -sonrió- . Amo pintar.
Así se la pasó, haciéndole detalles a su cuadro y dándole varios retoques finales.
Por fin acabó su cuadro
-¡Me encanta! -sonrió- . Tengo talento en pintar -orgullosa-. Ahora esperaré a que Lisa llegue.
Jennie guardó y limpió todo su desastre con las pinturas.
-Ahora guardaré mi cuadro. Se lo regalaré a lili -sonrió emocionada.
La vida le ponía muchas dificultades a Jennie las cuales esta se quedaba estancada en ellas y poco a poco las intentaba superar, al menos estar con Lisa la llenaba de alegría.
...
Eran las 7:05 p.m. y Lisa ya había llegando.
Toc toc
Jennie abrió la puerta.
-¡Hola, cariño! He vuelto -la mayor besó la frente de Jennie.
