Pasaron horas y horas, no sabían nada de Jennie. Las enfermeras no salían de la habitación de Jennie. Ni el doctor.
La salud de Jennie estaba entre la vida y la muerte...
-Mamá...Jennie aún no sale -dijo llorando- tengo miedo de que ella muera...
-Hija, cálmate...ella estará bien. Está muy enferma, ¿tú crees que no se complica? Lisa, Jennie estará bien. Ella es muy fuerte.
En eso el doctor y las enfermeras salieron de la sala de cirugías...
-Doctor...¿Jennie está bien?
Doctor: Tranquila señorita, Jennie ahora está a salvo...está en cuidados intensivos. Pero por ahora puede pasar a verla 30 minutos... le avisaremos cuando despierte.
-Que alivio. Muchas gracias a todos por salvarla. Mamá, ¿me esperas un poco? Iré a verla.
-Hija, me tengo que ir. Mañana tengo que ir a trabajar, lo siento. Suerte, te quiero hija.
-Está bien mamá, también te quiero. Descansa.
Las dos se abrazaron y luego Lisa entró a la habitación en donde está Jennie.
-Ni-nini... -lisa vio a Jennie recostada en la cama con muchos tubos conectados a su cuerpo, suero y oxígeno- por dios, por favor perdóname -agarró su mano- soy una estúpida por no darme cuenta de que estabas sufriendo.
Jennie no estaba despierta pero podía escuchar.
-Realmente lo siento. Fracasé como amiga. Jennie, desde hoy prometo cuidarte mejor. Quisiera decirte todo lo que...lo que siento por tí pero tal vez no sea correspondida. Jennie, de verdad te amo...espero puedas aunque sea escucharme y de verdad perdóname. Mañana vendré a verte. Espero despiertes pronto.
Lisa con cuidado de acercó a Jennie para darle un tierno beso en su frente y después salió de la habitación. Después de ahí Lisa rompió en llanto. Se quebró al ver a Jennie en ese estado tan estable pero grave a la vez. Estaba dolida. Muy arrepentida.
Después Lisa salió del hospital y volvió a su casa. Su mamá ya estaba dormida. Lisa se sirvió algo de cenar y de ahí se fue a dormir. No dejaba de pensar en Jennie. No paraba de llorar...hasta que por fin se quedó dormida.
Al día siguiente
Lisa se había despertado desanimada. No iba a ir a la escuela. No tenía ganas. Lisa solo se quedó tirada en su cama. Iría a ver a Jennie más tarde.
Toc toc
-Pase -dijo sin ánimos-
-Hija, te dejé el desayuno abajo. Por favor desayuna, ¿sí?
-Sí, mamá. Gracias. Espero te vaya bien, cuídate.
-Gracias hija, todo estará bien, ¿sí? Tranquila...
-Intentaré. Adiós, mamá.
La mamá de Lisa salió de la habitación y se fue para su trabajo.
-Mmm bueno. Supongo que iré a desayunar.
Lisa bajó las escaleras y vió un muy lindo desayuno.
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Miradas Oscuras (Jenlisa)
Teen FictionCon esta historia no intento ofender a nadie, si no les agrada ahorrense sus comentarios, por favor. Sólo es entretenimiento y sobre todo ficción. "Algún día seré feliz, ¿no?" Palabras que jamás se cumplieron... -Contenido delicado. -Menciona prob...