12 de abril de 2019 / 7:49 a. m.
Todo está listo, cada miembro de la familia ha tomado su lugar en el vehículo. Desde atrás hacia delante encontramos primero a Oscar y a Alex, al lado de una nevera y una funda llena de aperitivos, luego tenemos a Kelvin, Asier y Yanil y en los asientos frontales a David y al conductor, Ruben.
El vehículo arranca tras asegurarse que todo esté en orden.
Kelvin mira a sus hermanos y a su abuelo. Luego gira hacia la ventana y observa cómo las casas pasan a gran velocidad.
«El abuelo tuvo que comprar un vehículo nuevo tras adoptar a Asier y a Oscar...»
Sin darse cuenta empieza a cuestionar los motivos de tales acciones.
«¿Acaso Yanil, David y yo lo hemos decepcionado? ¿Qué hubiera pasado si el abuelo no lo hubiera hecho?»
Mientras el paisaje de afuera pasaba rápidamente por la ventana, Kelvin se sumergía todavía más en sus pensamientos, tratando de entender las motivaciones de su abuelo, en eso recuerda el día que conoció Asier.
Su corazón empieza a acalerar sus latidos.
Bom, bum.
Recuerda la sangre que cubría al chico.
Bom, bum, bom, bum.
Recuerda su cara de miedo y desesperación.
¡Bom! ¡Bum! ¡Bom! ¡Bum!
Aquello simplemente no lo podrá olvidar.
«¿Cómo es que pudo haberte hecho eso?» piensa al recordar la historia que su hermano le había contado.
Y él se arrepiente de no poder haberlo ayudado ese día.
«Supongo que su fantasma te sigue atormentando, así como él me atormenta a mí»
Kelvin cierra los ojos, aquella figura parece seguirlo, incluso ahora que está en un vehículo.
«No puedo mirar atrás, tengo miedo de mirarlo a él, de volver a escuchar esas súplicas de perdón»
Un frenado repentino provoca que Kelvin se dé de lleno con la ventana, el sonido del golpe llama la atención de los presentes.
—¿Estás bien, Kelvin? —pregunta Asier observando a su hermano, quien tiene una mano sobre la frente.
—Sí, estoy bien —contesta con una sonrisa.
La mirada de Asier retorna a su teléfono tras oir la respuesta de Kelvin.
«Algun día yo... estaré listo»
—Por cierto Kelvin, ¿no estás emocionado? —pregunta Asier mirando su teléfono.
—¿Emocionado, por qué? —responde tras girar hacía su hermano.
—Por ver las estrellas, mira esto.
Asier le muestra imágenes del cielo nocturno del lugar donde acamparán.
—Son muchas, espero verlas así —continua Asier con una ligera sonrisa.
—Yo igual —comenta Kelvin sin poder quitarle un ojo a la foto.
Asier retoma su teléfono y mira por la ventana.
—El plan llegar temprano para hacer el campamento de día y descansar de noche —dice Asier, sin dejar de teclear en su celular.
—Supongo que las tiendas estarán repartidas como las habitaciones.
—No, el abuelo dijo que dormiré con Alex y que tú estarás con Oscar.
—¿Y David con Yanil?
—No, yo estaré sola, al igual que David —responde Yanil mirando fijamente a Kelvin.
ESTÁS LEYENDO
Trozos del Pasado: Entre Sombras Y Estrellas
Science-FictionNoche tras noche, las estrellas son su compañía. En soledad, él se pierde en su melancolía. Prisionero del destino, escapó de la muerte y de la vida. Pero no de su dolor, que lo sigue todavía. Ha visto caer a sus seres queridos, sin poder abrazarlos...
