Closer [Kaeya x Lectora]

...que siempre estuviste en sus manos.

Kaeya POV [Cinco años atrás]

Hubo un tiempo en el que quería desaparecer, un tiempo en el que no quería saber de nada ni de nadie. Acababa de perder a mis padres y los que me cuidaban odiaban tan solo verme ya que me echaban la culpa de su repentina muerte. Por ello siempre me mantuve al margen de todo, no había nada que me interesara.

Hasta que la conocí.

____ era como el único rayo de sol en toda aquella oscuridad. Fue ella quien me sacó de aquel pozo y no me dejó caer nuevamente.

"Siempre estaré contigo y te haré sonreir, así que mirame solo a mi cuando te sientas triste. Yo siempre estaré a tu lado."

En ese momento fue como si yo hubiera pasado a ser su propiedad, como si me hubiera puesto un collar. Mi existencia entera se convirtió en algo suyo.

Y cumplió su palabra. Estuvo conmigo en todos aquellos momentos en los que me sentía débil y triste. Me hacía sonreir y me daba cálidos abrazos.

Fue inevitable para mi enamorarme de una chica como ella, quería estuvieramos juntos.

Sin embargo hizo amigos, como es normal en cualquier adolescente, la diferencia era que me estaba dejando de lado lentamente y sin darse cuenta.

Me di cuenta de que debía hacer algo o sino me abandonaría.

-¿Tú que piensas?- la voz de uno de mis compañeros de clase me sacó de mis ensoñaciones.

-¿Mmm?

-Escucha, quiero tener sexo con mi novia pronto pero como sería nuestra primera vez... sería bueno tener un plan para crear el ambiente ¿no?

Asentí, pero en realidad volví a perderme en mis ensoñaciones. Si, era una buena idea crear un plan.

Pensé en darle toda mi confianza, le haría bajar la guardia. Entonces llevaria su atención al tema, no precisamente sobre sexo sino sobre nosotros y una posible relación. Como ella es incapaz de resistirse a mis pedidos si empujo los límites un poco seguramente me dejaria tocarla.

La haría imaginar lo que sucedería y se volvería consciente de cuanto la deseo, entonces yo...

-¡Kaeya!- apareció repentinamente ____ agitando su mano, llamando mi atención desde la ventana del salón.

-Me voy, Tartaglia, nos vemos.

-Ah, ya llegó la noviecita.- se burló, aunque no le presté atención.

Me levanté de la mesa apurado, queria estar todo el tiempo posible con ella.

-¿De que hablaban? Él parecía bastante animado.- preguntó apenas dejé un beso en su mejilla a modo de saludo como siempre hacía.

-Nada interesante, hablaba de su novia y como tener sexo con ella...

-Pensé que nada de eso te importaba.- rió.- Menos mal, eres un chico después de todo.

Ella solo puede decir eso porque mis deseos inmorales le son desconocidos. Estoy constantemente luchando contra el impulso de encerrarla en mi habitación y marcar su piel con mis dientes. Enterrarme tan profundo en su interior de forma que no me olvide y hacerla mia de una vez por todas.

Incluso en estos momentos todavía deseo hacerlo, pero por ahora...

-¿Me estás escuchando Kaeya?- se cruzó de brazos frente a mi.

-Si, si, a donde quieras ir yo te llevo.

-Eres el mejor amigo del mundo.- tomó mi mano feliz y tiró de mi brazo hasta la salida.

Por ahora lo dejaré pasar.

Porque cuando menos se lo espere, sin que se de cuenta, ella será solo mia y aún cuando llore o grite jamás la dejaré ir.