. . . ❪ 𝗥𝗔𝗩𝗘 ❫
❛ Somos tú y yo, siempre
seremos tú y yo, por eso,
dejame morir por tí ❜
━━━━ 𝐄𝐍 𝐃𝐎𝐍𝐃𝐄. . .
Madison Choules termina enamorándose y dejando toda su confianza a Ethan Landry, sin saber que él realmente ocultaba un horrible...
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❛ Formal ❜
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Faltaban pocos días para que llegara Halloween, es por eso que ya era prácticamente normal encontrar a cualquiera disfrazado de Ghostface, algo que resultaba muy incómodo para los que sabían el origen de esto.
Madison prefirió concentrarse en sus estudios y olvidar un poco ese tema, mantener la mente ocupada con algo era lo mejor.
—Días para Halloween, lo que significa días para fiesta —comentó Tara que se encontraba sentada a un lado de Madison alrededor del campus de la universidad.
—Parece que ya lo tienes todo calculado —contestó Madison con gracia.
—Pues claro que sí, nunca me pierdo una fiesta —respondió con obviedad.
—Hasta que por fin os encuentro —se hizo presente una tercera voz, haciendo que ambas chicas girarán en dirección de la voz.
Quinn se acercaba hacia ellas con su semblante amigable, como siempre, era raro no ver a la pelirroja de esa forma.
Madison al verla, recordó que apenas habían hablado después del reto de la fiesta, pero no era por vergüenza o algo así, es porque no habían tenido oportunidad de hablar.
—Lo siento, es que Tara está muy ocupada pensando en que disfrazarse para la fiesta de Halloween —comentó Madison mirando hacía la morena que parecía estar fuera de este mundo.
—¿Enserio vas a ir a esa fiesta, Tara? —preguntó Quinn con curiosidad haciendo que Tara se desviará de su viaje astral.
—Claro, ¿por qué no iría? —afirmó Tara—, ya saben que casi nunca me pierdo una fiesta.
—Bueno eso es verdad —admitió Quinn—. ¿Tu iras, Madi? —preguntó esta vez mirando a la nombrada.
—Aún no lo sé, tal vez sí —contestó aún dudosa sobre eso.
—Oh, mierda, voy a llegar tarde a mi siguiente clase —de repente dijo Tara que ahora tenía en sus manos su móvil, rápidamente lo guardó y volvió a colocarse su mochila—, lo siento chicas, pero debo irme, nos vemos luego —se despidió la morena para luego apresurarse a irse de ahí.