-៹ 👑 𝑹𝒆𝒃𝒆𝒍 𝑹𝒐𝒚𝒂𝒍𝒕𝒚 : : 🅢🅦

09

-Llegamos - Informó Park antes de bajar para poder abrir la puerta trasera donde se encontraba el rubio. Pero este se adelantó y azotó la puerta detrás de él luego de bajar. 

Seonghwa vio lo afectado que estaba el menor delante suyo. Quiso acercarse lentamente pero este pareció darle la espalda como súplica de que no lo hiciera. 

-Muchas gracias Seonghwa - Dijo a duras penas antes de introducirse a su casa. 

El mayor sabía que no debía intervenir, no era de su incumbencia la relación que tengan el príncipe y el chico del establo, pero a su vez se sentía responsable por los sentimientos del menor ya que él fue quien los presentó. 

Durante el camino al palacio, se debatió su accionar hacia la situación ¿Debería aconsejar a alguno de los dos? Tenía miedo de como seguiría la relación, pero no podía intervenir. 

- ¿Mariquitas criticonas? - rio el príncipe pensando que se trataba de una broma pero al ver la expresión seria del menor no pudo evitar estallar de la risa. 

- Deja de reírte - Miró con recelo al pelinegro - Con ese apodo me llamaba mi abuelo y en su honor nombré a mis chicos de la academia. 

Wooyoung había estado contando como llegó a abrir la sala de baile y todo el trabajo que le llevó llegar donde ahora estaba. Así San pudo ser consiente de todo el esfuerzo que dio el menor y el porque insistía en seguir trabajando en aquello, realmente amaba ese lugar. 

-Príncipe San - interrumpió Yunho que se encontraba entre medio de ambos chicos, estos quedando cada uno al lado de las ventanillas - ¿Cómo llegó al lugar? Sabe que no debe pasear por el pueblo sin escoltas. 

-Seonghwa me trajo a hacer unas cosas y cómo tenía tiempo libre mi padre insiste en que pase tiempo con Wooyoung - Se encogió de hombros - Le dije que me volvería con ustedes entonces no hubo problema. 

Jung asintió mientras observaba algún punto perdido. Por un momento había pensado que realmente San había querido pasar tiempo con él pero lo hacía por pedido del Rey. No quiso dar tantas vueltas al asunto y decidió colocarse sus auriculares para callar su mente, no le importaba si los demás pasajeros le parecía de mala educación, ahora sólo quería guardar silencio. 

El príncipe, por otro lado, observó a Wooyoung aislarse de un momento a otro ¿Había dicho algo malo? Llegó rápidamente a la conclusión que el contrario sólo no le apetecía hablar, con todo lo vivido en poco tiempo no debería sorprenderse con la actitud un poco egoísta del menor. 

Habían pasado varios días de aquel suceso, San y Wooyoung no habían coincidido con sus horarios y, las pocas veces que lo hacía, el segundo ignoraba lo mejor posible al otro. Sabía que aquel vínculo era falso ¿Por qué prolongar un deber tortuoso como es entablar una conversación que no le interesa al otro? Se había prometido hacer su vida como si el pelinegro no existiese. 
Cuando podía, incluso, lograba prescindir de acompañar a San a las caminatas diarias al pueblo. 

Por otro lado, el príncipe no insistió mucho. Se enfocó en las reuniones y eventos por las fiestas, su agenda en esta época no lograba dejarlo pensar por sí mismo. Tampoco veía problema en su relación con Wooyoung, se había autoconvencido de que así era la personalidad del pelirrojo y no se lo tomó personal, total no tenían ese tipo de relación. 

Esa tarde el pelinegro estaba junto a uno de los socios de su padre y su hijo, esperaban la entrada del Rey para hablar sobre negocios cuando su celular sonó.

Chat con Yeosang

Príncipe, ayer hice galletas con mi abuela y le traje algunas

16:51

Pasaré a verte luego de la reunión
16:54

Te extraño mucho Yeo<3
16:54

Esta bien, lo estaré esperando
16:56

Fin de la conversación

Al poco tiempo el Rey se hizo presente y la reunión comenzó. Habían estado 20 minutos más de lo que esperaba pero eso no le impediría reunirse con el rubio. 

Al llegar a la puerta del establo tocó dos veces, recibiendo tres golpes desde adentro del lugar. Era la señal que utilizaban ambos para saber si Yeosang se encontraba sólo o había algún trabajador merodeando. Tres golpes significaba: No hay nadie. 

Rápidamente entró con una sonrisa amplia y abrazó al más bajo. 

-No sabes lo mucho que te extrañe - Comentó - Estar de aquí para allá no me deja tiempo para verte. 

-Yo también lo eche de menos, príncipe - Correspondió el abrazo del pelinegro abrazándolo por la cintura. 

-Y dime, ¿Cómo está tu abue? - Preguntó luego de que se separaron. 

-Bien, estos días ha tenido mejor ánimo - Volteó para ir hacia un bolso que estaba sobre unas cajas - Mi tía vino de visitas la semana pasada y le regaló un libro de pastelería - Volvió hacia donde el príncipe se encontraba con un tupper en las manos - Hemos horneado galletas ayer en la tarde - Se las extendió y este las tomó emocionado. 

Abrió el recipiente y comenzó a probar las galletas, estaban realmente deliciosas. 

-Podrían hacerle la competencia a la señora Kim - río. 

Al meter la próxima galleta a su boca, levantó la vista hacia el chico frente suyo, este estaba mirando algún punto de la habitación perdido en sus pensamientos. San dejó los bocadillos a un lado y fue hacia Yeosang, lo tomó de la cintura y lo acercó a su cuerpo para que este recostara su cabeza en su hombro. 

- ¿En que piensas bonito? - Preguntó casi en un susurro mientras acariciaba su cabello.

-Me he estado sintiendo raro desde hace unos días... Algo me trae inquieto y no se que es - Dijo, aunque ya tenía sus sospechas de lo que podría estar afectándolo. Desde que Wooyoung había entrado a sus vidas sentía que todo lo que él había formado se derrumbaría en instantes. Pero encontrarse entre los brazos de San en ese momento lograba tranquilizarlo aunque sea un poco. 

La puerta sonó y se separaron rápidamente. 

-Adelante - Ordenó el príncipe y por el umbral de la puerta del establo entró Park. 

-Disculpen por la interrupción pero... El Rey lo espera dentro, el joven Jung ha levantado temperatura y quiere hablar con usted al respecto. 

Los ojos de Choi se abrieron de sorpresa y se levantó rápidamente - Debo irme bonito, espero volver a verte pronto - Se acercó al rubio para besarlo en la frente - Dile a tu abue que gracias por las galletas, estaban riquísimas. 

Y sin esperar palabra del contrario se retiró a toda prisa, dejando a Yeosang sólo en aquel establo.