flowers boy ❀ larry au

»zoe

»Dedicado a: @larryfthxran

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Louis no podía borrar la gran sonrisa que estaba en su rostro.

Estaba expectante, totalmente impresionado, viendo los movimientos rápidos de Harry. Sus largas piernas se movían velozmente por el campo de fútbol, sus músculos más notorios que de costumbre. Como capitán, imponía el orden necesario para que el juego salga sencillo y con una gran diferencia de puntos. Estaba tan concentrado, con los labios y el ceño fruncido, prestando atención a cada movimiento del rival. La agilidad que mostraba era fuerte e impresionante.

Claro que, Louis también se fijaba en los detalles más pequeños; cuando sus manos se paseaban una y otra vez por su largo cabello cuando estaba nervioso; esa sonrisa gigante que aparecía en su cara cada vez que hacía algo bien; incluso se fijaba en lo humilde que el chico era, amable con sus compañeros, honesto con él mismo.

Y el castaño no podía despegar sus ojos de Harry, era imposible para él ver en sí el partido, porque ahí estaba, Harry con su cabello y cuerpo perfecto, músculos palpables y sonrisa de ángel. Parecía hipnotizado.

Nuevos sentimientos empezaron a colarse en su corazón, sin que él lo supiera. Los latidos se hacían mucho más fuertes y rápidos cuando pensaba en Harry, cuando el rizado lo tocaba, aunque sólo sea un pequeño roce, hacía que Louis se derritiera por dentro. Cuando escuchaba la voz gruesa y ronca del menor, su pecho se sentía cálido, y sus piernas le fallaban en esos momentos. No podía comparar jamás como se sentía con Harry que con otras personas.

Sin embargo, Louis sabía que ese sentimiento era solo de uno. Porque él dudaba mucho que a Harry le pase lo mismo que a él, porque el rizado era amable con él, porque sentía pena por Louis, y no quería dejarlo caer. Porque Harry era tan modesto y suave, amable hasta morir con las personas de su alrededor. Y él trataba de ayudarlos cada vez que podía, porque su corazón se ablandaba cuando veía una situación como la de Louis. Y estaba claro que el castaño no era una excepción. No había ni una sola diferencia entre esas personas y Louis. Pero se sentía tan bien y refrescante al mismo tiempo, que Louis no podía alejarse de Harry, aunque esos pensamientos siempre lo atormentaran a él. Louis esperaba el momento que Harry se vaya y lo deje solo, para que empiece devuelta su rutina diaria en la calle. Sólo que sin un chico de rizos a su lado.

Y eso lo mataba.

El sonido del silbato dando por terminado el partido hizo a Louis despertar de sus pensamientos. Se dio cuenta que estaba mirando hacia un punto fijo, perdido en su mirada, con sus manos en sus muslos, apretándolos fuertemente. Las yemas de sus dedos estaban blancas y húmedas. Y no había escuchado cuando el grupo de chicas al lado suyo le estaban gritando casi en el oído, aturdiéndolo.

"¡Louis! El partido ya ha terminado, ¿estás despierto?" Melanie se acercó a su cara e inspeccionó lo pálido que estaba. Lanzó un chillido y tomó las mejillas del castaño, con un movimiento brusco. "¡¿Louis?! ¿Te encuentras bien?"

Le toma sólo unos segundos para salir del transe que estaba y sacudió su cabeza, alejándose del toque de la chica.

"Sí, sí, lo siento. Estaba pensando." La chica rodó los ojos y soltó un bufido.

"Me has asustado, tonto. Vamos, iremos a las puertas principales. El entrenador no nos deja ir a los vestidores. Es tan estúpido." Sonrió y se levantó, acomodándo su vestido azul y saliendo de las butacas del estadio.

"¡Han ganado! Son los mejores. ¿Viste lo bien que ha jugado Harry? Quise gritarle que se saque la camiseta cuando anotó el gol, pero la gente me iba a mirar raro." Escuchó la voz de Nina, hablando con otra chica castaña que Louis no había visto. Iban caminando hacia las puertas, y él corrió atrás de ellas, para no perderse entre la multitud de gente.

"Nina, si fueras lo suficientemente inteligente, te darías cuenta que Harry jamás se fijará en ti. Déjalo, él está conmigo ahora." La cabeza de Louis se disparó hacia arriba rápidamente, buscando con la mirada de donde había salido la voz. Como él había sospechado, era la chica morocha que le daba la espalda. Sostenía un cigarrillo prendido entre sus dedos, y el insoportable humo llegaba hasta Louis, haciendo que su nariz se arrugue.

"Oh vamos Zoe, ¿tú crees que voy a creer en lo que dices?" Cuando llegaron a la puerta, el grupo de chicas se quedaron a un costado del lugar, para no obstacular a las personas que salían.

La chica de pelo castaño se dio la vuelta, enfrentando a Nina. Louis pudo ver como sus hipnotizantes ojos azules hacían que la chica se encogiera en su lugar, como si le tuviera miedo. Tenía una sonrisa en su rostro, pero no parecía para nada como una amistosa. Su ceja se enarcó y llevó el cigarrillo a su boca, nunca dejando de mirar a Nina. El humo salió por su boca, así como esas palabras que dejaron a Louis petrificado en su lugar.

"Si no me crees, ¿por qué no le preguntas a Harry que estuvo pasando por más de tres semanas, todos los viernes a la noche en mi casa? Te impresionarás con la respuesta."

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les presento a zoe, señoras y señores. (multimedia)

disfruten de su molesta compañía en esta fic

bss