flowers boy ❀ larry au

»for you

 »i'm gonna give all my secrets away

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-Styles, hijo de perra, me las vas apagar.- Kyle venía corriendo por su costado, con una expresión de enojo en su rostro.- ¡Podrías haberme dicho que llegaría tarde, hombre! ¡Por tu culpa, el entrenador me ha dicho que me tengo que quedar después del entrenamiento corriendo alrededor del campo!

No pudo evitar que se le escapara una risa de burla, y al instante la borró al ver la cara de Kyle. -Lo siento, mi mamá se me ha quedado hablando antes de que saliera de casa. - mintió, porque realmente no le iba a decir la verdad.

- ¿Sobre cómo cagarte en tus amigos?- Kyle bromeó, alargando la mano cuando Harry le pasó los shorts de práctica.

-Algo parecido. - Le sacó la lengua y Kyle rodó los ojos, tirando bruscamente del pantalón. - ¡Lo siento! - Sabía que Kyle no estaba realmente enojado, lo conocía.

-Tranquilo Kyle,  Styles te acompañará para que no estés solo- No sabía de donde había salido el entrenador Mark, pero de un momento a otro lo tenía en frente con los brazos cruzados, mirándolo con una expresión de enojo.

-¿Y eso por qué?- No le molestaba correr, de hecho siempre le encantó, pero en ese momento tenía los músculos y la mente cansada. Solamente quería terminar el entrenamiento e irse a su casa, preferentemente a la cama. No sentía la energía para seguir con el día.

-¿Crees que voy a pasar por alto que llegaste media hora tarde? Tus compañeros ya han empezado y tu ni siquiera estas cambiado- Pudo notar como la cara del entrenador estaba roja como un tomate, aunque siempre fue así. Se había dejado la barba desde hace ya un mes, y no le combinaba con la cara, pero Harry no era quien para decirle algo. -¿Siquiera estas escuchándome, Styles?

Parpadeó rápidamente al notar que se había quedado pensando y no prestandole la mínima atención. -Sí, lo escucho.

Mark se le quedó mirando durante un buen rato que Harry pensó que lo iba a regañar de nuevo, pero luego lo escuchó suspirar y dio media vuelta, hablándole mientras caminaba hacia sus compañeros. -Sólo apúrate a cambiarte, Harry. 

Asintió para sí mismo y caminó a paso apresurado hacia los vestuarios con el bolso en el hombro. Notó que Kyle ya había salido y en su apuro había dejado su casillero abierto, entonces lo cerró por él. 

Abrió su bolso, sacando sus zapatillas de práctica, y rápidamente se los puso. Sacó su vincha blanca de su muñeca, que siempre llevaba allí para no perderla, y se la pasó por la cabeza, sacándose el rodete que tenía. Su pelo había crecido considerablemente y ya le molestaba en la cara para entrenar, pero no había tenido las ganas de cortárselo, así que solo se conformó con la eso.

Guardó todo en su casillero con el número siete, el mismo que el de su camiseta. Trotó para ganar calor, pero su cuerpo no le estaba respondiendo como debería. Y lo sabía.

Notó que el cielo estaba cubierto de nubes, y parecía a punto de llover. Sintiendo la humedad en el aire, suspiró y cerró los ojos fuertemente, pasándose las manos por la cara en un acto para despertarse de ese especie de trance en el cual se encontraba.

Estaba cansado y no sabía por qué. Perdía constantemente la pelota en el juego, y podía escuchar la voz del entrenador gritándole.

-¡¿Qué te está pasando, Styles?!- gritó Mark.

Pero ni él mismo lo sabía.

Durante la hora en la que entrenaron, trató de enfocarse. Y lo logró, por lo menos lo suficiente para que no atrajera tanto la atención y no lo regañaran cada dos minutos.