Electric Touch

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Un encuentro lo puede cambiar todo.

La última maleta se había terminado de formar cerrándose sobre la cama, Harry sólo llevaría dos maletas, una caja de cartón con cosas de su escritorio y un par de sus últimas fotografías para volver a la casa de su madre. Después de vivir por más de un año con su padre el rizado creía que era tiempo de intentar volver a tener una relación sana con su madre, durante los últimos 14 meses sólo la había visto tres veces y en las tres habían tenido una pelea, según su padre eso pasaba porque sus personalidades eran más parecidas de lo que creían, ambos eran acuario y el señor Styles era un fiel creyente de la astrología, Harry sabía que en realidad era por la poca confianza que la ex señora Styles le tenía a su hijo, el rizado no se molestó en mencionarlo.
Después de despedirse de su padre y prometiendo qué lo visitaría pronto emprendió su viaje a aquel departamento al noreste de la ciudad propiedad de su madre en el auto que le había regalado su padre en su último cumpleaños; un jaguar f-type svr del 2017 anaranjado, para el hijo producto del separado matrimonio Styles no era tan pretencioso, aquel auto era uno de los que Harry siempre quiso de la colección de su padre y finalmente pudo conseguir con la condición de que lo cuidara y lo llevara al taller una vez cada dos meses. Después de un camino de una hora conduciendo con una velocidad moderada Harry llegó a aquel gran edificio, hace mucho no veía aquel lugar (desde que se fue), sus encuentros con su madre habían sido en casa de su padre o abuelos, en los 14 meses de ausencia había casi olvidado el motivo por el cual no había vuelto a ese lugar. Bajando sus maletas con pequeñas ruedas debajo de ellas y cerrando la puerta del auto colocó la seguridad a distancia con la llave, caminó por el pequeño camino de rocas pequeñas y comprimidas que había en el jardín frontal para no pisar el césped, llegó pronto a la recepción encontrándose con el portero y conserje del edificio.

-Buenos días, ¿en qué puedo ayudarle?

-Hola, mi nombre es Harry, mi madre vive en el departamento 52-C, ¿podría entrar? Me está esperando.

-¿Tiene una identificación? - Harry sacó su cartera de su bolsillo trasero de sus jeans negros, encontrando su licencia de conducir se la entregó, la había tramitado de 5 años a los 16, así que ahora a los casi 20 no se parecía tanto, talves por eso el portero dudó un poco en dejarlo entrar al llamativo edificio. -¿Qué trae en las maletas? - Mientras hacía la pregunta le entregaba su licencia, Harry tragó saliva duro, ¿cómo le iba a decir al portero del edificio en el que iba a vivir que tenía un par de vibradores en su maleta?

-Ropa. - Contestó simple.

-¿Puedo ver? - Styles sintió su corazón en la garganta.

-Preferiría que no. - Fue honesto. -Puede llamar a mi madre, ella le dirá que está bien que entre. - El portero tomó el interphone para llamar al departamento 52-C, Harry hizo lo mismo con su teléfono para llamar a su madre, el teléfono conectado con la conserjería no fue tomado, pero el personal de la ex señora Styles sí.

"¡Hola, cariño!"

-Hola mamá, estoy en la recepción del edificio, llegué.

“Me da gusto, amor. Yo estoy ocupada pero ¡sube!" - Lo alentó.

-El hombre de la recepción no me deja entrar.

"Bien, dale el teléfono" - Le ordenó, Harry así lo hizo, el hombre lo recibió colocándolo en su oreja. Tras un par de asentimientos, confirmaciones y una negación le devolvió el teléfono al joven frente a él, buscó un juego de llaves con la letras "S" claramente era del apellido Styles, aquel apellido era uno de los más importantes en la ciudad. Le tendió las llaves al joven rizado, éste las tomó sin entender demasiado, volvió a tener aquel aparato sobre su oído.

𝑰 𝑪𝒂𝒏 𝑺𝒆𝒆 𝒀𝒐𝒖 |𝑳. 𝑺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora