Wildest Dreams

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Nadie tiene que saber lo que hacemos, sus manos están en mi cabello, su ropa está en mi habitación
Y su voz es un sonido familiar

El sol entraba por la ventana de Harry a pensar de tener las persianas abajo, anoche había olvidado cerrarlas por completo y aquello eran las consecuencias. Además de la luz natural un ruido en especial lo despertó, provenía de la habitación de a lado, en aquella habitación no sabía que había, pero estaban haciendo demasiado ruido, además de tener la música a un volumen algo elevado. Styles se levantó molesto, eran las 8 de la mañana y para él que había dormido hasta las 3 de la madrugada aún era temprano para levantarse. Saliendo sólo en ropa interior sin notarlo fue a golpear la puerta un par de veces, bajaron el volumen de la música un poco, el ojiverde volvió a golpear la puerta, un sudoroso, despeinado y semidesnudo Louis fue quien le dió una respuesta.

-Buenos días, bebé.

-No tienen nada de buenos, ¿qué estás haciendo? - Fue duro con su voz.

-¿Te interesa lo que hago? - Fue coqueto acercándose al menor, éste alejó al mayor con su mano derecha, pudo sentir cómo la mano casi le hervía (no literalmente), aquel calor pasó a todo su cuerpo al recordar un poco de lo que había pasado entre ellos hace dos noches, la quitó de ahí de inmediato.

-Estás haciendo mucho ruido, me despertaste. - Reclamó

-Hago ejercicio. - Se hizo espacio entre él y la puerta para que el joven viera el pequeño gimnasio en casa. -¿Se supone que debo hacerlo en silencio?

-Por hacer ruido cuando lo haces no vas a ser más o menos hombre.

-¿Hablamos del ejercicio? - Harry rodó los ojos al captar el doble sentido en sus propias palabras y la forma en la que Tomlinson las había entendido.

-Por supuesto que hablo, del ejercicio, enfermo. - Louis fingió estar ofendido colocando una mano sobre su pecho.

-¿Enfermo? Me ofendes, bebé.

-No me llames "bebé" - Advirtió.

-¡Pero lo eres!

-Sólo eres mayor que yo por 4 años.

-Pronto serán tres. - Recordó.

-Eso nos hace unos bebés a los dos, entonces.

-Oh Hazz, soy todo menos un bebé... - Volvió a acercarse al menor, éste no intentó alejarse. -Y tú tampoco. - Logró susurrar sobre su oído, los pies de Harry parecían no funcionar en ese momento, intentó huir del castaño pero su cuerpo no reaccionaba. -Si fueras un bebé no serías tan coqueto, tampoco darías tan buenas mamadas. -Louis siguió susurrando sobre el oído de su acompañante, Styles retuvo un jadeo en su pecho, un par de hombres con los que había estado le llegaron a decir que era realmente bueno con la boca, pero que se lo dijera Tomlinson se sentía realmente bien. -¿Te gusta que te diga lo bueno que eres? - Fue curioso el castaño, el rizado comenzó a sentir cómo el calor en su cuerpo aumentaba, talves era el calor del cuerpo contrario acercándose lo que lo hacía sentir así. -¿Te gusta que te diga lo mucho que disfruté coger tu boca? - Ahora el mayor dejó un par de besos sobre su cuello, Styles estaba consciente de donde estaba y de quien era el hombre frente a él que ahora tenía su rostro hundido en su cuello. Moviéndose un poco no sabía si intentaba alejarse de él o acercarse aún más, el mayor lo tomó cómo la primera así que tomó por la cintura al rizado para lograr acercar sus torzos desnudos, éste último soltó su primer jadeo mientras cerraba los ojos al sentir la creciente ereccion a través de la ropa contraria, Louis disfrutaba del olor y sabor del cuello del menor. -Me encanta cómo sabes, me encantaría romperte en dos. - Confesó.

𝑰 𝑪𝒂𝒏 𝑺𝒆𝒆 𝒀𝒐𝒖 |𝑳. 𝑺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora