Rin se levantó temprano tenía los ojos cansados y más fríos qué de costumbre no se sentía igual algo dentro de el había cambiado.
"un monstruo hambriento queriendo salir"
Sabía que ya nada sería igual ya no tenía a su nii-chan, ahora solo sé tenía a él mismo pero no podía evitar pensar en "soy un humano después de todo, no siempre seré fuerte"
Quien garantizaba qué rin estaría siempre solo en su mundo de venganza, rin jugaba solo por odio al fútbol
¿tal vez esto cambiaría?
"No, no lo creo"El ya tenía un objetivo claro y es destruir a toda costa a Itoshi sae, no importa cuanto tiempo le lleve conseguir este objetivo.
"Rin baja a desayunar"
Una voz suave se escucho desde las escaleras.
"Desayunare después no tengo hambre, saldré a correr "
"No puedes entrenar si no tienes algo en el estómago"
Aquel tono sutil se convirtió en uno más firmé
"cuando regrese desayunare, no me tardaré"
Rin salió de su habitación bajando las escaleras dejando detrás a su madre emprendiendo camino al parque, ahí es donde correría todas las mañanas de ahora en adelante
Ya tenía listo su nuevo plan de entrenamiento, tenía decidido ser el mejor delantero de el mundo para superar a su hermano.
Más tarde rin regreso a su casa esperando no encontrarse con su despreciable hermano mayor, todo lo que quería era tranquilidad.
En un abrir y cerrar de ojos había pasado una semana, semana en la cual rin no paro de entrenar ni un solo día para mejorar aun más.
¿"sae-chan hoy regresas a España cierto"?
"Ah madre, si mi vuelo sale hoy a las 8:00 pm"
"Hmm...ya veo, quiero darte algo antes de que te vallas toma, sae promete que abrirás y leerás todo lo que hay dentro"
La caja de madera paso a manos de sae, siendo esta entregada por su madre causando así el desconcierto de sae
"Esta bien en cuanto llegue a España la abriré"
Sae no podía evitar la curiosidad qué le causaba aquella pequeña caja de madera, pero no tenía intención de abrirla, por más curiosidad qué está le causaba, guardo la caja en su equipaje y salió directo al aeropuerto.
Al llegar a España sae se desplomó en su cama, pensaba en lo que había pasado en Japón sabía que el tenía la culpa, se sentía culpable pero era necesario por más que doliera, sae llevo una de sus manos a su rostro apretando sus labios y con esto también su cabello, en un intento desesperado por sacar su frustración, no podía evitar recordar la cara que puso su hermano, una cara de decepción a ambos su mundo se les vino a bajo, nadie sabía lo que el sentía el único que lo conocía perfectamente de pies a cabeza era el mismo y creía que era lo único que necesitaba, todo acabo para los dos hermanos.
Sae durmió dejando salir un suspiro cansado, al día siguiente al desempacar saco la caja guardandola en un mueble, decidido a no abrirla no quería leer lo que había dentro de esta misma, a pesar de que se lo prometió a su madre el ya había tomado su decisión, y era no abrirla no quería saber lo que había en ella, sabía que si la abría se arrepentiría de todo, y no quería eso todo lo que había dicho tenía un motivo, no quería que su hermano se enfrentará al mismo mundo que el, el mundo de el fútbol profesional, tenía miedo de que viera lo mierda qué era el mundo fuera de Japón.
Sae y rin: "dos historias similares vistas desde perspectivas diferentes"
RIN: "Aquí ya nada es como antes. Ni siquiera yo."
SAE: "Morí el único inconveniente es que sigo vivo"
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"ℭ𝔞𝔯𝔱𝔞𝔰 𝔞 𝔪𝔦 𝔥𝔢𝔯𝔪𝔞𝔫𝔬"
Hayran KurguRin después de la partida de sae a España decide escribir cartas para su nii-chan cartas qué no le da y decide guardarlas pero y si alguien se las da? Un giro inesperado para ambos que pasara cuando sae lea las cartas? Por que rin se aferro por tant...