Después de transmigrar la esposa gorda hizo reaparición

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Zhang Cong estaba tan exasperado que habló sin pensar y soltó todo. “¡Es imposible que no tengas dinero! ¿Qué hiciste hoy en la ciudad del condado? ¡Has vendido tantas setas! ¡Voy a presentar un informe sobre ti! ¡Eres un oportunista! ¡Estás tomando el camino capitalista! ¡Estás socavando los cimientos del socialismo! ¡Voy a presentar un informe sobre todos ustedes!”

Sus palabras enfurecieron por completo a los aldeanos. En esta época, no había nadie que no vendiera algunas verduras para complementar los ingresos de su familia. El mercado negro era un secreto tácito. ¡En ese momento, era un delito capital comprar y vender artículos en privado y las personas podían ser denunciadas por ello!

"¡Piérdase!"

“¡No vengas aquí de nuevo!”

Unos cuantos hombres corpulentos sacaron a Zhang Cong de la aldea, golpeándolo y pateándolo por si acaso. Para cuando llegó a la estación de tren, no había ni un solo punto intacto en su cuerpo y su ropa estaba hecha jirones. Este era el conjunto de ropa más presentable y elegante que poseía. Era realmente vergonzoso cómo ahora parecía un mendigo en lugar de un habitante de la ciudad.

Cuando finalmente llegó a casa, escuchó a la anciana señora Zhang decir cuando entró: “Maldito niño, ¿por qué regresaste ahora? ¡Ayo! ¡Quién te golpeó!"

Cuando Zhang Cong entró en la casa y vio a la anciana señora Zhang, la abrazó con fuerza y gritó: “¡Abuela! ¡Li Gui me golpeó!”

La anciana señora Zhang se sorprendió cuando vio las heridas de Zhang Cong. Cuando lo escuchó decir que fue Li Gui quien lo hizo, no lo creyó. La vieja señora Zhang le creería si dijera que era otra persona, pero Li Gui solía ser muy sumisa en casa y lo mejor de ella era que era muy obediente. ¿Golpeó a Zhang Cong? Eso debe ser una broma.

El anciano Zhang sacó algo de dinero de los ahorros de la familia y le dijo a la anciana señora Zhang: “Hablemos de eso más tarde. Date prisa y envía a Cong Cong al hospital”.

En ese momento, era realmente muy costoso ir al hospital, pero afortunadamente, Zhang Cong tenía un permiso de trabajo y muchas de las pruebas médicas eran gratuitas para él. Solo le cobraron la medicación y se fue a su casa con una pierna enyesada. Zhang Qian luego compró un par de muletas a su vecino por cinco dólares.

“Eres un inútil, fuiste a pedir dinero y te lastimaste. ¡Acabas de desperdiciar cinco dólares de mi dinero!” Zhang Qian arrojó las muletas a un lado cuando regresó.

La anciana señora Zhang adoraba más a este nieto mayor suyo. "¡Por qué dices esto! ¡Como si Cong Cong estuviera haciendo esto a propósito!”

Zhang Cong se sentó junto a la anciana señora Zhang y se quejó entre lágrimas: “¡Abuela, tienes que hacer justicia por mí! ¡Esta Li Gui, me golpeó!”

......

“¿Li Gui te golpeó? ¿Estás confundido, cómo tendría las agallas para hacer eso? Además, ¿como si no pudieras vencerla en una pelea? La vieja señora Zhang no le creyó. Las lesiones en su cuerpo definitivamente fueron causadas por un grupo de personas.

“¡Es Qiao Mei! ¡Es la hija de Li Gui quien me golpeó!”

"Ah, ella, la que la Vieja Señora Li dijo que parecía un Espíritu del Oso Negro". La anciana señora Zhang pensó durante mucho tiempo antes de recordar quién era Qiao Mei, pero ¿cómo podría una mujer golpear a su nieto? “¿Solo sola?”

“¡Y la gente de su pueblo! ¡Todos ayudaron a Qiao Mei a golpearme!” Zhang Cong gritó a la anciana señora Zhang.

Zhang Cong no tenía forma de ganar una pelea con la gente de esa aldea, e incluso dijo algo que los ofendió. Si regresaba, definitivamente sería cortado en pedazos. Sin embargo, su abuela definitivamente lo ayudaría. La anciana señora Zhang lo adoraba más, y estaba bastante seguro de que un grupo de personas no intimidaría a una persona mayor.