Después de transmigrar la esposa gorda hizo reaparición

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Zhang Cong tiró de la esquina de la camisa de Zhang Qian y susurró: "Esa desgraciada ha vuelto".

Cuando vinieron anteriormente, no se atrevieron a hacerle nada a Qiao Qiang, pero le dijeron muchas cosas desagradables acerca de que Qiao Mei iba a la capital y nunca regresaba. Dijeron que dejaría que un viejo como él se pudriera en el pueblo de la montaña, y que definitivamente experimentaría un parto difícil cuando diera a luz y el niño nacería deforme. Dijeron todas las cosas más desagradables.

Eso hizo que Qiao Qiang se enojara tanto que casi lo hospitalizaron. Ahora que Qiao Mei había regresado, definitivamente querría vengar a Qiao Qiang.

"Le estoy pidiendo dinero a Li Gui, ¿qué tiene que ver contigo?" Dijo Zhang Qian.

"Ella es mi madre. ¡Cómo es posible que no tenga nada que ver conmigo! Dijo Qiao Mei con las manos en las caderas.

Xia Zhe avanzó y agarró la muñeca de Zhang Qian. "Déjalo ir."

Zhang Qian miró a Xia Zhe, un hombre guapo que vestía uniforme militar, y pensó que debía ser el marido soldado de Qiao Mei.

"Muy bien, suéltalo, déjalo ir...", dijo Zhang Qian torpemente mientras soltaba su agarre.

Qiao Mei rápidamente avanzó para ayudar a Li Gui a levantarse. La cara de Li Gui estaba cubierta de lágrimas y estaba toda cubierta de barro. Estaba demasiado avergonzada para mirar a Xia Zhe. Era la primera vez que conoció a su niño y se sintió muy mortificada de que él tuviera que presenciar un asunto tan vergonzoso que sucedía en casa.

"Mei Mei, estoy bien... Vamos a despedirlos...", dijo Li Gui tentativamente.

“¡No, no podemos dejar que este asunto quede así!” Dijo Qiao Mei.

“¡Por ​​qué estás gritando! ¡Solo estamos aquí para pedir algo de dinero! ¡Por qué estás gritando! ¡En aquel entonces les dejamos volver al campo para ganar dinero! ¡Incluso nos mentiste y dijiste que podrías ganar mucho dinero después de regresar! ¡Creo que has escondido todo el dinero! La anciana señora Zhang lo regañó.

En el pasado, cuando cada familia vendía brotes de soja, naturalmente podía ganar mucho dinero. Por el momento, no todo el mundo podía cultivar bien los brotes de soja. El pueblo había vuelto a su nivel económico anterior y cada familia había comenzado a hacer otros negocios.

Li Gui les había explicado esto innumerables veces, pero la familia Zhang no le creía y seguía diciendo que Li Gui usaba eso como excusa para mentirles.

“¡No digas nada más! ¡Date prisa y dame el dinero! ¡Ya que tu hija ha vuelto, tienes que darme 500 dólares! ¡De lo contrario, no me iré! ¡Destrozaré tu casa! Después de decir eso, Zhang Qian avanzó para derribar el cobertizo de Li Gui.

Zhang Wei rápidamente se levantó y dijo: “¡No hay más dinero en casa! ¡Ya te hemos dado todo nuestro dinero! ¡No puedes tocar este cobertizo!

Sólo entonces Qiao Mei se dio cuenta de que Zhang Wei había crecido mucho en los últimos dos meses y se había vuelto mucho más grande y alto.

"¡Piérdase! Pequeño mocoso, ¿cómo te atreves a detener a tu padre? ¡Eres realmente demasiado atrevido y mereces una paliza! ¡Te daré una lección primero hoy! ¡Dejaré que tus hermanos menores echen un buen vistazo! ¡Esta es la consecuencia de ser desobediente! Zhang Qian levantó a Zhang Wei como si estuviera agarrando a un pollito.

Estaba a punto de levantar la mano y golpear con fuerza cuando Xia Zhe lo detuvo.

"¡Quién crees que eres! ¿Crees que puedes interferir en los asuntos familiares de otras personas sólo porque eres un soldado? ¡Le estoy dando una lección a mi hijo! ¡Piérdase!" Zhang Qian intentó sacudirse la mano de Xia Zhe, pero no logró hacerlo.