71- La gala cap. 4

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disfruten, dejen su amor a la historia!!

—¿TÍO HO?— las puertas del restaurante se abrieron de par en par —¿TÍO LINGUINI?— un chico rubio entro corriendo buscando a sus tíos, no podía contener la excitación que sentía, por lo que se paseó, por cada rincón del restaurante —¡TÍO DUMPLING!

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—¿TÍO HO?— las puertas del restaurante se abrieron de par en par —¿TÍO LINGUINI?— un chico rubio entro corriendo buscando a sus tíos, no podía contener la excitación que sentía, por lo que se paseó, por cada rincón del restaurante —¡TÍO DUMPLING!

—¿pero qué gritos son esos, muchacho?— Dumpling entro por la puerta trasera del restaurante. Seguido de sus dos hermanos.

—¡me le declaré a Ring-Ring y me rechazo— rompió en llanto —dijo que soy un bueno para nada y que no andaría con un presentador de noticias de pueblo como yo!

Su tristeza fue contagiada a sus tíos, quienes incapacitados de poder decir algo que le levantara el ánimo, se pusieron a su al redero y lo miraron confundidos, ¿de dónde había sacado el valor para hacer eso frente a la chica que le gustaba?

—Soda me dijo que si nunca lo hacía, jamás sabría si lo que siento es correspondido— sorbió los mocos que comenzaba a derramar —jamás debí hacerle caso, soy un ser muy patético. Ni siquiera pude ayudarlos a encontrar a mi prima, ella apareció frente a todos. Ring-ring tiene razón, soy un ser lamentable, un pobre patético, bueno para nada— sus lágrimas mancharon el suelo de madera.

—¡ey! Dada, no digas eso— linguini lo ayudo a sentarse en una silla —no somos los más indicados para hablarte de amor, solemos enamorarnos de la misma chica y terminar peleando. Pero si ella no es para ti, jamás los será.

—Tobe también tenía razón, solo soy un reporterucho mediocre de la isla. No soy nada en comparación a la gente con la que se codean, nací siendo el chico de la isla, moriré triste y patético como el chico de la isla. Solo me queda agachar la cabeza y seguir siendo una babosa sin valor, arrastrándome por el piso.

—Recuerda que a la fuerza, ni los zapatos entran— Ho hablo, caminando hacia la cocina —te prepararé tu plato de ramyeon favorito.

—no se molesten, no tengo hambre, hasta la comida es un desperdicio en mi persona— la depresión del momento le golpeo lo más duro posible.

—¡claro que no!, necesitas comer, ¿qué diría tu prima si te ve así o siquiera se entera?

—me prepararía mi plato favorito y me diría que la chica indicada está a mi lado y yo no me doy cuenta— suspiro melancólico.—Entonces no te deprimas más.El celular de Dada comenzó a sonar, los tíos voltearon a verlo, era raro que sonara, más si pasaban de las dies de la noche.—¡diga!— respondió lo más normal que pudo, aunque su voz aún sonaba gangosa, por la moquera de hacía unos momentos.

— ¿es este el número del señor Dada?

—sí, soy yo— respiro lo más profundo que pudo.

— ¡buenas noches!, hablo en representacion de Dragón Entreteiment, una compañía perteneciente al grupo Kwon— se mostró sorprendido por lo que le estaba diciendo —estamos buscando a la señorita Soda— todo tubo sentido, ¿que haría una casa de entretenimiento, buscando alguien como él?. Está condenado a ser un simple reportero local, solo eso «ni siquiera me veo tan bien en televisión, la cámara me hace ver gordo y mi cabello rubio, parecen pelos de elote» pensó, aún inundado por la tristeza y el autodesprecio. 

¿¡Mi Decisión!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora