Mi mundo entero se desmoronó.
- Ella no, dios por favor, por favor ella no.
Mis rezos fueron en vano, pues una mujer a mi lado, que trataba de alcanzarme, se desmoronó.
Corrí hacia donde Miguel, quien había parado de moverse, y apretaba a mi pequeña Gabi contra su pecho, mientras ella le repetía en español que tenía miedo, sus mejillas llenas de lágrimas que Miguel trataba de calamar con susurros.
Pude llegar a su lado, y ella me miró una última vez, repitiendo un "mami, tengo miedo" mientras yo tomaba su mano, y poco a poco, frente a nuestros ojos, y los de cientos de spidermans, nuestra hija se desmoronaba.
El espacio vacío en los brazos de Miguel fue el límite de mi cordura.
Mi pequeña niña, mi princesa, mi bebé...
Esa preciosa y tierna niña que adoraba el fútbol, los tamales de fresa y los picapiedra, ahora ya no estaba.
Las manos de Miguel temblaban en confusión, mientras que yo simplemente caí de espaldas al suelo, sintiendo las manos de Jess en mi espalda, buscando tranquilizarme, pero justo ahora, cualquier palabra que saliera de su boca era en vano, el dolor y el desespero de mi corazón me impedían escuchar, hablar y moverme.
El aire entraba a mis pulmones, pero no salía.
Gabi.
Gabriela.
Peter trataba de hacer reaccionar a Miguel, rogándole que saliéramos de ahi antes de que el universo colapsara.
Miguel miraba sus manos con desespero, Lyla brillaba de una forma más tenue, mientras se abrazaba a sí misma sobre el hombro de Peter.
Toqué mis mejillas, desorientada, y pude sentir las lágrimas que ya empapaban mi rostro.
Jess estaba arrodillada frente a mí, moviendo sus labios, sin ser escuchada.
Y en ese momento, donde el nudo en mi garganta se liberó, y recuperé un poco la noción de lo que pasaba, grité..
Grité tan fuerte que sentí mi garganta desgarrarse dolorosamente, lastimandome a mi misma entre el dolor de esa pérdida que solo era culpa nuestra.
Mi morena inocente ahora no estaba más, y todo era nuestra culpa.
Las lagrimas corrían por mi rostro mientras mis gritos no paraban, Jess sollozaba en silencio, rogandome que saliéramos de ahí.
Mi rostro ya estaba pegado al suelo, no quería moverme, pues algo dentro de mi me rogaba para quedarme, para desmoronarme y desaparecer junto con este universo al que había logrado llamar hogar... Para poder tener el mismo destino que Gabi, poder abrazarla ante el miedo que seguro sintió, aliviando su dolor.
Sentí un par de brazos elevarme, y mi reacción fue patalear.
Peter trataba de sostenerme y avanzar, mientras Jess me sujetaba los brazos, inmovilizando mis extremidades.
- ¡Déjenme aquí! ¡No me queda nada, Jess, por favor...por favor bájame!
Me dolió la forma en que ella evitaba mi mirada, con dolor y pena, pero sobre todo, lástima, ese maldito sentimiento que me hacía sentir vulnerable, inútil.
Cruzamos el portál, dejando atrás la dimensión que me había brindado todo aquello que anhelaba.
Pude ver a Miguel caminando a penas junto a Peter, con la mirada perdida en el suelo, como un muerto, un cascarón vacío solamente.
Lo había perdido todo, y nada a la vez.
Me había robado algo que no me pertenecía, y ahora, las consecuencias me habían arrebatado todo lo que amaba, una vez más.
ESTÁS LEYENDO
Distancia Universal
AdventureOkey, banda, hagamos esto una última vez. Mi nombre es Valentina Palacios, fui mordida por una araña radioactiva durante una excursión, y desde hace 7 años, soy la única e inigualable, spiderwoman. O eso creía... Superé la universidad, me enamoré...