Los sabios suelen decirque solo los tontos se enamoran.
Solo los tontos se apresuran.
La luna se encontraba en lo más alto de su brillante cúspide de hermosa sencillez, la noche era sencillamente bella con toda esa magnificencia que se dejaba ver, las estrellas tintineaban bellas sonriendo a la humanidad, había una especie de magia que envolvía a París en un armonioso ambiente púrpura que dejaba a todos encantados con la madrugada más acogedora de sus vidas. Era una noche perfecta para soñar y dormir.
Pero no todo podía ser púrpura por siempre, en medio de ese somnoliento ambiente habían dos almas que se desnudaban una frente a la otra mientras escapaban de la terrible torre de marfil que los había mantenido cautivos de su propia verdad. Corrían hacía la libertad que los haría presos de un problema más.
La brisa golpeaba con delicadeza la suave dermis de Adrien, quien aún se encontraba con las mejillas húmedas por el llanto que no pudo evitar dejar ir, su cuerpo descansaba plácidamente sobre el pecho de un súper héroe que no llevaba más una máscara puesta, era Luka, su héroe, su príncipe.
Y aunque desde que salieron de su hogar no habían dicho ni una sola palabra, ambos se sentían en paz y tranquilidad con ese acogedor silencio que transmitía mucho más que cualquier otra palabra.
¿Desde cuando el
silencio se siente tan bien?
Por otro lado Luka se encontraba inquieto, maquinando en su mente mil posibilidades y posibles soluciones para ayudar al rubio silencioso que ahora se encontraba entre sus brazos, lo sabía perfectamente bien, sabía que Adrien no saldría de su casa ni aunque fuera a rastras, sabía que a pesar de su gran sufrimiento no podría odiar a su padre o hacer algo para enfrentarlo.
Adrien era como un cristal roto, aunque podría volver a unir los pedazos con pegamento, el cristal nunca volvería a ser el mismo, siempre estaría roto y las cicatrices lo iban a perseguir por el resto de su vida.
— El amor puede ser muchas cosas ¿Lo sabes? Puede ser difícil de comprender como una ecuación de matemáticas, difícil de analizar como una pieza de arte e incluso puede ser confuso como un laberinto... Pero el amor nunca debe ser violento.
Adrien estaba mirando a la nada mientras las palabras de Luka retumbaban en su cabeza, estaba estático, completamente paralizado, no podía mantener la concentración.
— ¿Amor?... ¿Qué mierda es el amor, Luka?
Secas, completamente secas fueron sus palabras ante la presencia neutral de Luka, Adrien estaba disociando, estaba fuera de esta realidad y no podía regresar con facilidad, su mente seguía en ese momento rojo que le hizo doler el alma.
— Amor es... Amor es cuando miras a una persona y comprendes que no importa el tiempo que pase o lo mucho que ella te traicione... Siempre vas a estar ahí cuando ella te necesite, siempre la vas a escuchar y siempre la vas a apreciar, harías cualquier cosa por ella y no importa lo que haga, comprendes que no hay nada que ella haga para que tú te enojes o la odies porque la amas de verdad.
— ¿Quién es "ella"?
Adrien miró confundido a un Luka que parecía estar aún más confundido que él mismo y algo perplejo ante sus propias palabras, parecía como si Luka le hubiera revelado algo que no debía saber y eso le hizo doler el pecho, porque ahora entendía perfectamente bien lo que estaba pasando, había algo que Adrien reconocía muy bien entre todo ese revoltijo de confesiones y eran sus propios sentimientos, ya había sentido esto antes y no le gustaba por que camino se estaban dirigiendo las cosas.
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Amor a la dupaincheng. + 18 [ Lukadrien. ]
FanfictieLuka sigue siendo rechazado una y otra vez por Marinette Dupain Cheng, la chica aprecia y hasta asegura que sus sentimientos por Luka son más íntimos que los de una buena amistad, pero más sin embargo su amor enfermizo y obsesión por el super modelo...