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La pelea termina cuando la Mujer Maravilla y Canario Negro logran incapacitar al robot líder. Sea lo que sea que le hagan, todos los demás robots más pequeños caen al suelo como marionetas a las que se les han cortado los hilos.

La cámara se detiene en los héroes, incluso cuando la lucha ha terminado. Bruce observa cómo Batman avanza hacia Tim. Superman sigue a su lado, caminando junto a él, y su rostro es impasible, imposible de leer. Es el dios frío y distante que Bruce había intentado matar una vez, ni rastro del hombre que se había sentado en la cocina esta mañana y le había robado un waffle entero a Dick cuando éste no estaba mirando.

Bruce se pregunta si planea confrontar a Superboy. Bruce se pregunta cuál es la relación de Superboy con él. ¿Están realmente relacionados, o es sólo un conjunto similar de poderes que le han valido a Superboy su nombre?

Tim mira y ve a Batman dirigiéndose hacia él. Imediatamente mira al cielo, se lleva dos dedos a la boca y silba. Apenas un parpadeo después, Superboy está allí, levantando a Tim y haciéndolo volar fuera de su alcance. Incluso con la distancia en la cámara, Bruce puede decir que Superboy se está riendo, salvaje y despreocupado.

Está seguro de que el observador casual no podría ver la forma en que Batman aprieta los dientes, pero Bruce sí. Sin embargo, cualquiera podría ver la forma en que Superman apoya una mano en su hombro, dice algo, claramente divertido.

Entonces Superman levanta el vuelo, y se dirige a la distancia.

—El Amo Bruce encontrará su propio camino a casa —dice Alfred, presumiblemente por la expresión de Bruce.

—¿Qué pasó con el valor de la eficiencia? —pregunta Bruce.

—No se aplica al salir de una crisis, sólo al entrar. —El tono de Alfred es irónico.

Bruce mira el resto de la limpieza en la televisión, sin saber qué más hacer. Odia sentirse así, inútil, esperando. Alfred parece entenderlo, de esa manera tranquila e implacable que tiene. Aunque Bruce sabe que no es su Alfred, se siente reconfortado por su presencia. Alfred llena el té de Bruce y lo deja solo.

Independientemente de lo que Batman haga después de la pelea, no regresa a la mansión de inmediato, lo que deja a Bruce deambulando por los pasillos, sintiéndose pérdido. Sólo puede suponer que tiene algo que ver con Wayne Enterprises, pero ¿qué sabe él sobre esta realidad?

Ante ese pensamiento, hace un giro natural e instintivo a la izquierda por el siguiente pasillo. Estar de nuevo en la mansión es como un dolor de muelas que no puede dejar de punzar para asegurarse de que sigue doliendo. Hay evidencia del mismo tipo de daño que había arrasado su propia casa, paredes enteras que puede reconocer como nuevas, gabinetes discordantes reemplazando a los de su memoria, algo inexplicable que permanece en el aire.

Pero sigue siendo una recreación fiel, amorosa. Es más de lo que el propio Bruce tiene. Batman había logrado reconstruir, mientras que el propio Bruce ha convertido el cascarón quemado en un mausoleo de sus fracasos.

La biblioteca tiene el mismo aspecto que recuerda. Faltan libros que Bruce hubiera esperado ver, pero el olor, el color de la madera en las paredes, la textura de las sillas bajo sus dedos, todo es una recreación perfecta.

Es bastante fácil encontrar dónde guarda Batman los periódicos: más del Daily Planet de lo que Bruce había guardado, igual en número a The Gotham Gazette. Bruce no puede fingir que no sabe por qué.

Primero lee The Gotham Gazette, que relata la vida y los pasos de Batman, tanto personal como profesionalmente. Lee sobre Batman adoptando a Dick Grayson. Lee sobre la formación de la Liga de la Justicia. Lee sobre la primera aparición de Robin, sobre la primera aparición de Nightwing.

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