oh, daddy ✧ haobin

capítulo 37.

Había pasado una semana y media, en dónde Zhanghao iba a la escuela y trataba de evitar a Kuanjui para no tener que hablar con él, pues sabía que era capaz de hacerle cambiar de opinión, era capaz de convencerle de que aún seguía enamorado de él y no quería eso, había estado pasando sus mejores días con Hanbin, despertando juntos, saliendo, viendo televisión, besándose y teniendo intimidad por las noches, era todo un sueño. Claro que ahora, estaba comenzando a tomar pastillas, pues parecía que no se cansaban de estar juntos.

Por las tardes, Hanbin le dejaba solo en el departamento, pues se iba a supervisar las entregas de Kuanjui y claro, como siempre, no lo soportaba, pero no le quedaba de otra que hacerlo, pronto se libraría de él. Matthew le había estado llamando e insistiendo para verse, pero él no le respondía, no quería arruinar por nada lo qué estaba comenzando a construir con Zhanghao.

Pero toda esa tranquilidad y estabilidad emocional que Zhanghao mantenía se arruinó en cuanto Kuanjui se le acercó, le fue imposible seguir evitándole, Jiwoong no había asistido a clase y estaba solo, así qué el peliazul aprovechó para acercársele.

— ¿Por qué me has estado evitando? —preguntó mientras le miraba.

Zhanghao alzó su mirada y observó desde abajo aquellos ojos color café que tanto le gustaron alguna vez, tragó saliva intentando no reaccionar ante su mirada fija.

—No te estoy evitando —contestó con una sonrisa nerviosa— ¿Por qué piensas eso?

—Cada vez que voy acércame a ti, huyes —se cruzó de brazos y continuó mirándole desde arriba— ¿Por qué?

—No es eso, solo estoy ocupado —mintió— Lo siento.

— ¿Puedo sentarme?

—Esta bien —asintió e hizo a un lado su mochila, Kuanjui se sentó a su lado y apoyo los codos en las gradas.

—¿Cómo has estado? —le preguntó— ¿Me contarás porqué llorabas aquella vez?

«Ya ha pasado dos semanas, Kuanjui, no hace falta» pensó.

—No, no era nada —negó con la cabeza, mientras jugaba con sus dedos— Ya no tiene importancia.

— ¿Hay alguien más?—preguntó de repente.

— ¿Eh? —frunció el ceño.

— Te gusta alguien más, ¿cierto? —lo miró fijamente— Es por eso que ya no quieres nada conmigo.

Si, era cierto, pero, ¿tendría el valor para decirlo?

—Vamos, se sincero —insistió por su respuesta— ¿Quién es? ¿estudia aquí?

—No...

—Bien, así no tendré que golpear a nadie —sonrió— ¿Te gusta más que yo?

Zhanghao se mordió los labios y asintió sin responder algo.