capítulo 1O.

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—¡Bueno, me voy! —dijo Jiwoong con una gran sonrisa, le guiño el ojo a Zhanghao y se marchó

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—¡Bueno, me voy! —dijo Jiwoong con una gran sonrisa, le guiño el ojo a Zhanghao y se marchó.

— Bailas increíble —habló Kuanjui y entonces, él se dio la vuelta quedando así de frente.

—Gracias —respondió con las mejillas coloradas.

—¿Quieres bailar conmigo?

—Claro— respondió sin pensarlo.

Ambos chicos comenzaron a bailar al ritmo de la música, Kuanjui sonreía al igual que Zhanghao, este estaba tan emocionado que lo único que deseaba era gritar.

—¿Te estas divirtiendo? — le preguntó él pelinegro.

—Mucho.

— ¿Sabes? me alegra que hayas venido hoy.

—¿Por qué? — preguntó con un brillo de ilusión en sus ojitos.

—Porque me gusta verte, lo confieso —sonrió— Tenía que aprovechar esta noche para por fin hablar contigo.

¿Acaso había escuchado bien?

—¿En serio? — dejó de bailar por la emoción.

—He querido hablarte desde hace tiempo —confesó— Pero la pena siempre me ganaba.

—¿Pena?

—Es que eres tan lindo, ¿lo sabes? —frunció el ceño— Pones nervioso a cualquiera.

—Bueno... yo también me ponía nervioso cuando deseaba hablarte — habló con pena.

— ¿Has querido hablarme?

— ¡Claro! desde la secundaria —confesó, haciendo que esté le sonriera.

—Ven, hablemos en un lugar con menos ruido — le tomó de la mano para llevarlo hasta su habitación, cuando entraron, él pelinegro se sentó en el borde de la cama y Kuanjui cerró la puerta.

—Tienes una linda habitación— habló Zhanghao con nerviosismo, mientras observaba todo.

—Gracias —se sentó a su lado— Estamos mejor aquí, ¿no?

—Uh... si, aquí casi no se escucha la música — se puso aún más nervioso al notar que estaba tan cerca.

— ¿Te digo un secreto? — preguntó de repente y él pelinegro asintió — Siempre me has gustado.

¡Dios! ¿a caso estaba soñando?

— ¿Qué? ¿hablas en serio?

—Muy en serio, siempre te he admirado desde lejos —llevó una mano su cabello pelinegro y lo acarició— Siempre quise saber como se sentía tocarte.

—¿T-tocarme? — realmente estaba sorprendido.

—Si, tocar tus lindas mejillas —llevó una mano a su mejilla para comenzar acariciarla suavemente, le miró los labios y se relamió los suyos, después bajó su mano a estos para acariciarlos y Zhanghao sin darse cuenta, entreabrió su boca y Kuanjui sonrió.

oh, daddy ✧ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora