capítulo 6.

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—Hanbin, te dije que nos iban a descubrir — le reclamó con pánico, mientras se abrochaba los botones de la camisa —Mi madre me va a matar

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—Hanbin, te dije que nos iban a descubrir — le reclamó con pánico, mientras se abrochaba los botones de la camisa —Mi madre me va a matar.

—Tranquilo, no va pasar nada — le aseguró con calma —Sólo los pantalones, no es necesario que bajes del auto, ¿si? — terminó de vestirse y salió del auto para hablar con el oficial.

Zhanghao tenía miedo, jamás se había metido en problemas con la ley y si el oficial lo detenía, su madre quedaría completamente decepcionada, ¿qué explicación le daría? "si mamá, estaba follando con un hombre de veintiocho años dentro de un auto, que además estaba estacionado en un parque" ¡creo que hasta aún creía que su hijo era virgen!

— ¿Qué estaban haciendo dentro del auto?— le preguntó el oficial sin mirarlo.

—Estábamos teniendo una charla.

—¿Una charla? —repitió— ¿Qué me dice del movimiento en el auto? —por fin le miró a la cara y entonces supo que se trataba del hijo del jefe Sung.

—Bueno, me atrapaste— se encogió de hombros —Estaba teniendo sexo.

—Joven Sung— hizo una reverencia— No le había reconocido.

—Hola, oficial— sonrió— Entonces, ¿cuál será mi castigo?

—No, ninguno — contestó con la cabeza gacha— Tengo que irme, ten linda tarde.

—Igualmente— sonrió victorioso y entró al auto de nuevo.

Él menor aún se encontraba en los asientos traseros, pero ya se había colocado el uniforme completo y aún estaba muy nervioso.

—¿Qué le dijiste para que se fuera?

—Era un viejo amigo y digamos que me debía un favor — mintió.

—¡Dios, creí que me arrestarían! — contestó con más tranquilidad —¡Hasta estaba temblando!

—Relájate, pequeño— se acomodó en el asiento del piloto y palmeó el asiento de su lado para que Zhanghao se sentara en el —Si estas conmigo, nunca vas a tener problemas.

Él se pasó al asiento del copiloto y se colocó el cinturón —Bien, llévame a casa, pero déjame en una esquina antes, ¿si? no quiero que te vea mi madre.

—¿Por qué?

—¿Por qué será?— preguntó con sarcasmo —¡Porqué eres mucho mayor que yo, tienes un auto que vale más que mi casa y me acabas de follar!

—Eso no tiene porqué saberlo —se burló y él lo miró con los ojos entrecerrados —Bien, te dejaré en una esquina, no te enojes.

—Gracias.

—¿Hay algo que quieras?

—¿Eh?

—Si, ya sabes, un celular, un reloj, no sé... ¿ropa? —se encogió de hombros.

oh, daddy ✧ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora