Sick Desire - Luckity

Preguntas sin respuestas

       El híbrido de oso observó con furia como el supuesto alcalde besaba al pato frente a todos, como siempre, tratando de hacerles creer que serían la pareja que siempre debieron ser. Eso le enfermaba.

       —No puedo estar aquí... —estaba por irse del lugar.
       —¿Te vas? ¿No vas a ir a ver como esta el chico pato, osito fiu fiu? —dijo mientras lo miraba detenerse al escucharle.
       —No puedo...¿puedo pedirte un favor? —lo miró con una expresión algo seria.
       —Mmhn, depende de que quieres, por que si es algo ilegal, ni lo sueñes.
       —Necesito que juntes a los demás, todos menos Luzu y..."Quackity"...de verdad necesito hablar con todos...siento que me volveré loco. —suspiró algo estresado sosteniendo su frente.
       —Esta bien, recuerda que no debes esforzarte de más, los llevare a tu casa, por mientras adelántate y trata de relajarte. —acarició su espalda con cariño sonriendo levemente.
       —...En un momento como este...claro...me voy a relajar.

       Rubius se dirigió a su casa rápidamente, era imposible que Quackity siguiera con vida, algo dentro de el le decía que jamas lo encontrarían después de su supuesta desaparición, o como habían concluido tanto el alcalde y Willy, pero ahora como por arte de magia volvía a aparecía, y además actuando como si lo de la guerra jamás hubiera pasado.
       Como había podido perdonarlo después de que Luzu había saboteado las elecciones, Quackity era el único que tenia información sobre el tema, en el caso de Rubius, aunque el pato jamás le mostró las pruebas, confió por completo en el, no por nada eran muy buenos amigos a pesar de haber iniciado con el pie izquierdo.
       Después de un rato de caminar, por fin había llegado a su casa, entró al lugar y se fue a sentar al sillón, su cabeza no paraba de dar vueltas al asunto, necesitaba que el de ojos bicolor le explicara que estaba pasando.
       «Si de verdad es el, ¿por qué no uso el cuerno que le di para cuando estuviera en problemas?, ¿de verdad solo se alejó de todo esto como dijo Vegetta?», pregunta tras pregunta seguían llenando su mente al punto de casi empezar a doler hasta que unos golpes a la puerta lograron sacarlo de sus pensamientos.

       —Osito, ya estamos aquí, ¿podemos pasar?
       —S-Si, adelante...

       Vegetta entro junto con los demás héroes a la casa del hibrido de oso, llevaban tiempo sin visitarle, por lo que el ver las condiciones en que estaba, los había dejado sin palabras.

       —¿Pero qué paso aquí tío? —preguntó Alexby caminando hacia el sillón junto con los demás.
       —Esta así desde lo que paso con Quackity... —aclaró Vegetta sentándose a un lado del oso acomodándole su cabello—. Yo vine a cuidarlo en ese tiempo.
       —Bueno, no te culpo, cuando lo de Titi, me pego demasiado y después la desaparición de Quackity...fue muy duro todo... —dijo Staxx suspirando levemente—. Pero al menos ya esta de regreso y se ve que esta bien.
       —No es el... —soltó como si nada Rubius—. Es imposible que sea el...esto tiene que ser una mentira...
       —¿Pero qué dices?, si estaba ahí parado, todos lo vieron Doblas, te dije que Luzu no le había hecho nada. —comentó Vegetta un tanto irritado mientras se cruzaba de brazos—. ¿Cuando vas a aceptar que solo estas molesto de que Quackity no ganará?, si, puede que Luzu no haya hecho el mejor movimiento al postularse el mismo día, pero gano limpiamente, ademas de que Luzu ha sido el mejor alcalde que ha tenido Karmaland.
       —¡Es que eres imbécil! ¡Tal vez te haya logrado manipular a ti, pero a mi no! ¡Todo esto, todo lo que a "logrado" es una estúpida farsa! ¡Que tu le estes besando el culo a ese maldito tirano no es mi problema, pero no voy a aceptar nunca que Quackity desapareció como si nada, Luzu le hizo algo y ese tal "Quackity" que nos mostró es una completa mentira!
       —¡Pero bueno ustedes dos, ya deténganse que no llegaremos a nada si siguen peleando como críos! —gritó Alexby logrando calmarlos—. Vegetta, déjame decirte que yo no estoy del todo de acuerdo contigo. Luzu no es tan buen alcalde como tu dices que es, cerro mi iglesia cuando estuve ayudando a los primos de Quackity para darles un lugar en donde dormir, atento contra la vida de mis animales solo por no darle la información que quería, tu mismo viste lo que hizo y me cobro impuestos por volver a la vida gracias a los dioses, eso no tiene sentido...
       —¡¿Ves?! ¡Ya lo escuchas-!
       —Aún no termino Rubius, aunque estuve del lado de Quackity por mis propios motivos, eso no quita el hecho de que el también hizo cosas horribles, tanto el como sus primos me amenazaban con armas constantemente, llego a matar a secuaces cuando robo las armas y creo que tu muy bien sabes que paso con los hijos adoptivos de Luzu, ¿no es así Rubius?