Sick Desire - Luckity

Otra oportunidad

       Los meses pasaron volando y el otoño se había hecho presente una vez más en Karmaland, la gente vivía su día a día tranquilamente, pero esa época del año era la más agitada de todas, no solo por las cosechas que debían recogerse, si no porque se acercaba el día de muertos.
       Anteriormente los habitantes no celebraban esa festividad, pero después de la desaparición de aquel héroe de nacionalidad mexicana, el alcalde decidió que cada año se realizaría un altar en nombre del híbrido junto con sus hijos y hermanito Titi, en señal de esperar un día su regreso, demostrándoles que a pesar de las malas decisiones que tomó, seguía siendo alguien muy querido por todos.
       Era una noche fría y el castaño se encontraba en su oficina terminando de revisar los preparativos del altar para su viejo amor.

       —Ya han pasado 3 años desde que te fuiste patito...

       Tomó el cuadro enmarcado de su escritorio el cual tenia la foto de aquel chico sonriendo alegremente mientras que el sol lo alumbraba de forma radiante, le era imposible evitar sonreír.

       —En serio que todo cambió sin ti, Staxx esta muy devastado ya que te consideraba como un hijo, primero perder a Titi y después a ti, Willy también se siente muy mal pero se a mantenido fuerte para apoyar a Staxx, Alexby hace oraciones por ti todos los días, Fargan se pone a volar cerca de tu antigua casa en sus rondas diarias, Mangel a estado haciendo expediciones junto con Illojuan y gente del pueblo para buscarte, Lolito...bueno no hay mucho que decir de el la verdad, Vegetta va a revisar a Rubius todo los días...hablando de Rubius...es el más afectado de todos para mi sorpresa...al igual que con lo de Titi...se la pasa en esa mini isla de patos por horas, incluso en su casa tiene un pato y le puso tu nombre...muy lamentable...pero lo que más me preocupa es que dice que tu desaparición no es verdad y que yo te mate...pero eso no fue lo que sucedió y todos lo saben...nunca te encontraron, simplemente te esfumaste... —soltó un suspiro con tristeza—. Yo también te extraño tanto mi patito.

       Dejó la fotografía en su lugar y se levantó del asiento, se estiró un poco para después acomodar su corbata, ya era mucho por ese día y estaba exhausto, ahora lo único que quería era dormir, antes de poder salir de la oficina e ir a su casa, unos golpes en la puerta llamaron su atención.

       —Alcalde Luzu, se necesita su presencia fuera de la alcaldía en este instante, es una emergencia.
       —Salgo en seguida.

       Tomó rápido su bastón y salió de su oficina viendo que su asistente lo esperaba junto con otros dos secuaces para escoltarlo fuera del ayuntamiento.
       Al salir pudo notar cómo el viento soplaba de forma intensa, parecía ser una especie de huracán, pero justo en ese momento un fuerte destello apareció en el cielo mientras que una especie de portal comenzaba a abrirse.

       —¿Qué esta ocurriendo?

       Sabia que Karmaland era un lugar donde cualquier cosa podía pasar, por lo que no estaba del todo sorprendido pero si algo preocupado de que fuera algo que atentará contra el pueblo, pero de la nada, así como apareció, el portal se había cerrado y todo volvía a estar en calma una vez más.

       —¡Señor alcalde! ¡Algo cayó en el lago! —gritó uno de los guardias que hacían sus rondines en ese momento.

       Luzu fue rápido junto con su asistente y secuaces al lago, al llegar se sorprendió bastante al ver esa figura que hace 3 años vio por última vez, sin pensarlo dos veces dejo caer su bastón, se quito rápido su chaleco y corbata junto con sus zapatos para después lanzarse al agua fría, rápidamente nadó hasta alcanzar al chico, lo tomó en brazos y salió del agua respirando agitado para después recostar al menor en el suelo.
       Se acercó a la boca del menor dándose cuenta que no estaba respirando por lo que empieza a hacer compresiones en el pecho del pelinegro y dándole respiración de boca a boca hasta lograr hacer que el chico tosiera el agua que se le había metido.