♠️CAPÍTULO II♠️

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Me levanto de un salto, empapada en sudor y con el corazón a millón

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Me levanto de un salto, empapada en sudor y con el corazón a millón.

He tenido una pesadilla y me siento como si hubiera ocurrido en verdad, como si mi mente estuviera recreando algo que ya me sucedió.

—Una pesadilla ¿Cierto? —Me sobresalto al oír la voz, pero veo que es Amelia que está sentada a mi lado.

—¿Cómo lo sabes? —le pregunto tratando de respirar con normalidad.

—Estabas gritando Ada —Dice un poco intranquila y a la vez somnolienta.

—¿Qué hora es? Y ¿Cuánto rato... —intento buscar la palabra adecuada —Llevo así? —pero no la hallé.

—Son las dos y veintiocho de la madrugada —dice viendo su móvil —, en cuanto a lo de la pesadilla, creo que unos quince minutos más o menos, ¿Que soñaste está vez?

Me quedo callada unos minutos pensando aún en la pesadilla y que no se la quiero contar a Amelia, todavía, pero necesito contársela a alguien.

—Le diré a Chuck que venga —Le informo agarrando mi móvil de la mesita de noche.

—Es muy tarde Adelaida ¿Que soñaste? —dice ella un poco impaciente para mí sorpresa.

     •Ada: Te necesito por favor!

—Ya le dijiste a Charles que viniera ¿Cierto? —pregunta Amelia.

Asiento con la cabeza, Amelia suspira y sale de la habitación.

Yo me voy a lavar los dientes y darme una ducha fría para ver si logro volver a dormir.

•••

Al salir del cuarto del baño veo a Chuck acostado en la cama con las manos entrelazadas en la nuca y cuando escucha que cierro la puerta del baño, enseguida se sienta en la cama.

—Amelia me pidió que te trajera esto —dice y me ofrece un vaso de agua.

—Gracias —digo y me siento a su lado, acepto el vaso de agua, bebo un poco y luego lo dejo sobre la mesita de noche.

Me acuesto viendo al techo pensado en si contarle la pesadilla a Charles o no, si no lo hago lo habría echo venir por nada.

Tenía que contarle, aunque él no tendría problema en quedarse sin yo decirle que pasó. No es primera vez, pero... Voy a contarle.

—Entonces ¿Que ocurrió? —pregunta él al ver qué yo me quedo viendo la nada.

Me siento en el espaldar de la cama con la piernas cruzadas y le digo a Chuck que se siente junto a mí.

—Una pesadilla —le digo más tranquila —, pero se sintió mucho más real que las anteriores.

—¿Del día del accidente? —pregunta y yo asiento con la cabeza —¿Que ocurrió está vez?

Mi Oscura VerdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora