𝑽𝑰. 𝘔𝘐𝘎𝘜𝘌𝘓

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⚠️𝘈𝘥𝘷𝘦𝘳𝘵𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢: 𝘊𝘰𝘯𝘵𝘦𝘯𝘪𝘥𝘰 𝘦𝘹𝘱𝘭í𝘤𝘪𝘵𝘰 (𝘝𝘪𝘰𝘭𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢, 𝘛𝘳𝘢𝘶𝘮𝘢, 𝘈𝘴𝘦𝘴𝘪𝘯𝘢𝘵𝘰, 𝘔𝘶𝘦𝘳𝘵𝘦 𝘥𝘦 1 𝘺/𝘰 2 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘫𝘦𝘴).

⚠️𝘈𝘥𝘷𝘦𝘳𝘵𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢: 𝘊𝘰𝘯𝘵𝘦𝘯𝘪𝘥𝘰 𝘦𝘹𝘱𝘭í𝘤𝘪𝘵𝘰 (𝘝𝘪𝘰𝘭𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢, 𝘛𝘳𝘢𝘶𝘮𝘢, 𝘈𝘴𝘦𝘴𝘪𝘯𝘢𝘵𝘰, 𝘔𝘶𝘦𝘳𝘵𝘦 𝘥𝘦 1 𝘺/𝘰 2 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘫𝘦𝘴)

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A veces, a Miguel le costaba recordar con claridad.

Sabía que su nombre era Miguel O'Hara Hernández, que había nacido en 1743, que era un conde, y que sentía vergüenza de la forma en la que se había posicionado en aquella ventajosa situación.

Miguel recordaba que, cuando era niño, había sido criado por los extraños señores del castillo de Hell's Kitchen al que su madre había sido traída como esclava desde tierras lejanas; el conde Tyler Stone y su esposa, la condesa Nancy Stone.

Su madre, Conchata O'Hara, había quedado embarazada después de las múltiples ocasiones en las que el conde Stone entraba de madrugada al granero en donde ella dormía junto a los animales, y salía antes de que el sol lo alcanzara.

Nancy, a pesar de sus conductas inusuales, era buena con él; la condesa le dió su nombre, lo alimentó, le dió techo, educación y su estatus como un hombre libre a pesar de ser el hijo de una esclava. Incluso, en su décimo segundo cumpleaños, fue ella quien le obsequió una novela escándalosa y prohibida que después de ese día, Miguel le leyó al salir el sol antes de quedarse dormida.

Tyler Stone era otra historia. Era el hombre cruel y sin escrúpulos que intentó alimentar a los perros con él y que hubiese tenido éxito de no ser por su esposa, que cobijó al pequeño Miguel para criarlo como si fuera suyo.

Además, tenía a la hija de los condes y también, su media hermana; Lyla. La chiquilla tenía su misma edad y aunque ella y Miguel fuesen completamente opuestos, Nancy dedicó los últimos años de su vida a criarlos a ambos con total entrega, como hermanos.

A veces, mientras tomaba el té y aprendía a tocar el piano, podía ver a su madre a la distancia, arrastrando carretas llenas de leña y con enormes ojeras bajo sus ojos tristes junto a la infinidad de heridas frescas y cicatrices viejas en las partes de su cuerpo que la tela no cubría. Y a Miguel se le encojía el corazón cada vez, tenía tan solo ocho años y ya cargaba con el peso del mundo en su espalda.

Cuando Miguel cumplió 17, la condesa murió en extrañas circunstancias. Hubo rumores, pero fue Miguel quien encontró las ropas ensangrentadas y vacías de la mujer. Su madre, Conchata, murió de hipotermia un año después.

Y a pesar de tener el apoyo de Lyla, Miguel siempre se sintió culpable, pues estaba solo en el mundo, y no pudo hacer nada más que observar como las únicas personas que lo amaban se desvanecían frente a él.

Y si Conchata había sobrevivido aquella inhumanidad por tantos años, fue solo por y para él, pues muchas esclavas llegaron después para reemplazarla. La mayoría no pasaba de un par de meses a excepción de una, cuya belleza capturaba no solo la atención de los señores que llegaban de visita al castillo, sino que también, cautivó a Miguel desde la primera vez que puso su mirada sobre la suya:

𝑼𝒏𝒅𝒚𝒊𝒏𝒈 | SpiderdadsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora