Se despertó como todas las mañanas. Estaba siendo entrenada por la secretaria general de la presidencia de Japón. La secretaria se jubilaría pronto y con ello nuevas elecciones en camino, se decía por las calles que las palabras no bastarían para describir lo intrigante que sería, aún se transmitía el discurso anónimo de uno de los postulados, dicho anónimo ha llenado de preguntas a la sociedad, Yaoyorozu estaba acostumbrada a que todos los canales de televisión lo debatieran.
Temía que su jefe fuera aquella persona que se escondía tras la pantalla y el micrófono, esta persona era un maestro de la oratoria tenía el poder de convencer y lo había demostrado en su discurso. Se preguntaba si era un manipulador perfecto o una sincera persona.
Por lo visto llevaba la delantera en las elecciones, la sociedad de Japón se había encontrado inconforme durante el mandato de sus otros gobernadores y esta persona parecía una solución ante las problemáticas.
Ese día Yaoyorozu sería seleccionada oficialmente como la futura secretaria general del nuevo presidente, acompañado de la segunda vuelta; donde los dos candidatos con mayor cantidad de votos compiten nuevamente en una nueva elección, donde los votantes tienen la oportunidad de elegir entre ellos.
Le recibió en la entrada del despacho presidencial la antigua secretaria; una señora de carácter tierno, que en sus manos llevaba un sobre de aceptación y el contrato final.
—Será un buen comienzo señorita Yaoyorozu, ambos puestos deberán conocerse para convivir durante el periodo de presidencia —comentó la mujer.
Yaoyorozu asintió determinada a cumplir su misión de ser la secretaria del nuevo gobernante.
—Ahora lograré presentarte tu espacio de trabajo.
Le guío a la izquierda de las afueras del despacho presidencial, estaría cerca del para presidente facilitar el movimiento.
La habitación contaba con una amplia mesa de trabajo, ordenada y con documentos importantes estratégicamente colocados. Se ha diseñado el espacio de manera que todo esté al alcance de su mano, desde un elegante portalápices hasta una computadora de última generación. Una pequeña planta verde adornaba el escritorio, brindando un toque de vida y frescura al entorno.
Las paredes fueron adornadas con cuadros vacíos en los que Yaoyorozu podría decidir que colocar, aunque es seguro que habrá diplomas que testimonian los logros y la capacidad de Yaoyorozu. Una pizarra blanca ocupa un lugar destacado en una de las paredes, donde registrara tareas y fechas importantes para asegurarse de no dejar nada al azar.
Una estantería en una esquina alberga libros de referencia y archivos, ordenados meticulosamente para facilitar su acceso. Debía ser una profesional organizada y disciplinada, y su oficina sería un reflejo de su enfoque metódico y su compromiso con la eficiencia.
Junto a la ventana, hay una acogedora zona de descanso con un sillón cómodo y una pequeña mesa auxiliar. Aquí, puede relajarse durante los breves momentos de pausa, disfrutando de una taza de té caliente mientras recarga energías para continuar con su arduo trabajo.
Jamás tuvo una oficina tan grande, fue la primera vez que era tan importante. Sus padres seguramente estarían orgullosos de saber que su hija cumplirá con deberes relevantes como los de ellos, la madre de Yaoyorozu se dedicaba a ser secretaria de un cenador en Japón, al contrario de su padre que manejaba una compañía de energía renovable que trabajaba en conjunto con la presidencia de Japón.
Yaoyorozu se dedicó durante el día a organizar sus pertenencias en su espacio. Al caer la tarde se quedó parada frente a la ventana maravillada de la vista de la ciudad en un grandioso atardecer, satisfecha de sus logros.
ESTÁS LEYENDO
𝐋𝐀 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐏𝐑𝐄𝐒𝐈𝐃𝐄𝐍𝐓𝐀
FanfictionEsta historia no se encuentra corregida, por tanto los capítulos pueden estar propenso a ediciones de ortografía y gramática para comprender mejor la trama. ... En un mundo regido por el subgénero de omegaverse, ____ Hayashi, una alfa de extraordina...