Capítulo 2

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Capítulo 2: Ella también sabe algo.




Lo recuerdo borroso todo sobre lo que sucedió ese día.

Había terminado de tomar en el gremio luego de una gran fiesta. Aqua por supuesto se había quedado ahí a seguir celebrando. Darkness y Megumin igual.

La verdad es que no recuerdo la razón por la que me fui ese día del gremio en vez de celebrar toda la noche aquella misión exitosa que habíamos completado, pero tal vez fue porque no estaba en mis cabales y el alcohol me había nublado la consciencia.

Me dirigí a la mansión a querer dormir hasta el día siguiente, no me importaban las demás, ellas podían cuidarse solas, después de todo, yo no era su niñero para andar detrás de ellas, aunque si era verdad que me preocupaba que Megumin tomara, pero para eso estaba Darkness quien se encargaría de supervisarla.

Llegue eufórico a la mansión; todo estaba oscuro y no le veía razón para encender las luces que funcionaban a base de magia.

―Nya~

Mientras me dirigía a las escaleras para subir al segundo piso, escuché un sueve maullido.

Miré a mis alrededores, pero no vi a Chomosuke. Así que asumí que ella estaba en otra habitación o en un pasillo cercano.

Y entonces mi consciencia se nublo. Mi temperatura era alta y había recordado que pedí un sueño ese día en la cafetería de las succubos.

No sé qué pensé esa noche, y muy probablemente por los efectos del alcohol, pero imaginé que ya estaba en un sueño hecho por la señorita succubo de la tienda.

Kazuma: Ahí estas...

Realmente no era consciente de mis acciones, o al menos así lo recuerdo yo esa fatídica noche.

Camine hacía dónde había escuchado el maullido, y no tarde mucho en buscar, ya que en pasillo se encontraba Chomosuke que paseaba sin rumbo fijo. Al verme solo pudo echar un leve maullido al verme, como si fuera un saludo.

Siempre pensé que Chomosuke no era una gata normal.

--¿Nya?

La levante del suelo y la sostuve entre mis brazos. Ella me miró confundida pero no opuso resistencia alguna.

Luego de eso la llevé a mi cuarto y... ocurrió algo que nunca debí haber hecho.

La deje encima de mi cama para luego empezar a desvestirme. La miré totalmente borracho y luego...

Tan solo tengo recuerdos vagos de lo que sucedió después.

Ella puso resistencia e incluso me llego a rasgar repetidas veces las manos y parte del cuerpo. Uso todo de sí para resistirse, pero luego se tranquilizó.

La sangre se escurrió por entre la sabana de la cama avisando a la luna, que nos alumbraba por la ventana, que ambos habíamos dejado de ser vírgenes. Ambos empezamos a disfrutar y eso es algo que hasta el día de hoy todavía me revuelve el estómago.

Finalmente llegué al clímax y evacué dentro de la gata. Cosa de la que todavía me arrepiento, no sabía que eso podía llegar a embarazarla por más raro que fuera. ¿Siquiera era eso posible?

A la mañana siguiente me desperté con un gran dolor de cabeza. Tenía los recuerdos borrosos y el solo hecho de apenas recordar el sueño tan extraño que había tenido por culpa de la succubo me hizo dar ganas de vomitar.

Konosuba: EuforiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora