Esto es Amor?

Cap 19: El deseo enciende en nosotros un fuego ardiente y secreto.

-¡Guau! El café está delicioso.- dice Garrett sorprendido.

-Lárgate.-

-¿Me alcanzas la mermelada?- pregunta mientras unta algo de manteca en el pan.

-Lárgate.-

-¿Puedo encender la televisión para ver las noticias?-

-Lárgate.-

-¿Por qué insistes en echarme?- pregunta.

-¿No es obvio? No quiero que estés aquí.-

-Estas siendo un muy mal anfitrión.-

-Lo sería si te hubiera invitado.-

-¿Quieres que me vaya?-

-Por supuesto.-

-¿En serio? Por las cosas que decías anoche dormido, no creo que quieras que esté lejos de ti.-

-¡¿Qué quieres decir?! Yo no hablo dormido.-

-Lo haces.- responde. Tiene razón, por lo que se hay ocasiones en la que hablo dormido. ¡Mierda! ¿Qué habré dicho?

-¿Qué fue lo que dije?- pregunto nervioso.

-¿Estás nervioso por lo que dijiste?- dice sonriendo maliciosamente.

-No estoy nervioso- miento-tal vez... curioso.-

-¿Sabes? No creí que tenias esos pensamientos sobre mi.- se burla. Maldito me estas provocando.

-¿Te nombré dormido?- pregunto y lanza una pequeña carcajada.

-No solo eso.- responde y puedo sentir como la vergüenza me invade.

-¿Qué fue lo que dije? Dime.-

-No te lo diré.-

-Dímelo.-

-Nop... y si me disculpas.- dice levantándose con gracia de la silla y agarrando su abrigo.

-¿A dónde vas?-

-¿No querías que me fuera?-

-Ahora quiero que me digas que fue lo que dije.- respondo

-Tendrás que vivir con la duda toda tu vida, niño.- dice sonriendo mientras se dirige hacia la puerta, caminando victorioso. Me levanto rápido y lo detengo justo antes de que abra la puerta.

-NO, no, no. Dime que fue lo que dije.-

-No te lo diré.-

-Dímelo.-

-¿Nunca te enseñaron las palabras "por favor"?-

-Por favor.- digo en voz baja.

-¿Qué dijiste? No pude escucharlo bien.- dice burlándose, haciéndose el que no escuchó.

-Por favor, dime que fue lo que dije.- repito en voz baja pero aun un poco mas fuerte que la anterior vez.

-Sigo sin escucharte.-

-POR FAVOR ¿PODRIAS DECIRME QUE FUE LO QUE DIJE?- levanto la voz.

-No grites, te lo suplico. Ya te dije que tengo resaca.-

-Eso no es mi culpa. Nadie te ordenó beber hasta emborracharte.-

-Bien, punto a su favor señor Dashner.- dice sonriendo.

-¿Me dirás que fue lo que dije?-

-Mmm... no.-

-¿Qué? ¿Por qué?-