Capitulo 21

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Cuando los aperitivos fueron desapareciendo hasta no quedar ninguno, Hongjoong pensó que ya era hora de parar.

Además porque las personas a su alrededor eran muy molestas, riendo con esa absurda elegancia de cosas mucho más tontas y esos molestos chicos acercándose a él sólo para invitarlo a una "cita" con propuestas de doble sentido.

Cansado de eso y de los piropos baratos decidió mejor retirarse.

¿Creen que ofreciéndole un collar costoso o una cena lujosa de algún restaurante importante iba a aceptar? Se nota que no saben con quién tratan.

Vagó por todo el lugar sin prisas, era una casa de moda gigante como predijo, tenía más habitaciones de las que podía tener.

Decidió ir arriba y ver qué encontraba, suponiendo que en ese lugar habría tranquilidad ya que la mayor parte de invitados estaban abajo junto a todo el ruido.

Entró a una mini galería con retratos de modelos, desde jóvenes hasta los mayores. Junto a las de diseñadores en un distinto apartado, entre todos, su ídolo.

Song Minseok.

Le resultaba extraño verlo ahora que sabe que es padre del pelinegro, es decir, nunca creyó que el diseñador Song estuviera casado mucho menos con hijos pero al parecer sacó deducciones prematuras.

Admitía que le resultaba guapo y atractivo, en su adolescencia no tenía ojos para los cantantes de ese entonces sin que un póster del señor Song estuviese pegado en la pared de su habitación.

Ojalá Mingi nunca se enterara de eso.

— Diablos... es igualito a él.

El contorno de la cara era asombrosamente igual, las duras facciones también lo eran, el color del cabello y la forma de la nariz. Eran idénticos.

A excepción de sus ojos mientras los del mayor eran verdes esmeraldas los de Mingi eran azules zafiros, probablemente los haya heredado de su madre pero la forma que tenían de dragón en ellos, era exacta.

Revisando por los lados y asegurándose de que absolutamente nadie sería testigo de sus acciones, sacó su móvil y con una sonrisita traviesa le tomó una foto.

¿Qué? ¿Ustedes no lo han hecho acaso?

Hizo un collage de ellos y los comparó.

— Omaigad ¡Son como gemelos! — hizo zoom a la foto — Mierda, ahora entiendo porqué rayos es tan guapo ese poste.

Volvió a mirar de un lado a otro, nadie debía escuchar que admitía el inefable atractivo de Mingi.

Se giró quitando su atención de la pintura al escuchar no muy lejos de donde estaba murmullos provenir de un grupo de chicas con copa de vino en mano, una de ellas pareció decir algo que causó picardía puesto que las otras chillaron sonrojadas y hasta ansiosas. Rodó los ojos pero antes de siquiera irse de ese lugar, la voz de una de ellas nombró al ojiazul en esa extraña plática que tenían.

"Oí que Mingi se quedaría. ¿Será cierto?"

"¿De verdad? ¡No perderé el tiempo y lo invitaré a bailar, y quizás, algo más..."

"Estás loca, ¿Crees que Mingi te hará caso? ¿Olvidaste que Yeosang esta aquí también? Conociéndolo, ni loco te dejará acercarte a algo que es suyo"

"Ya vale pero, ¿De verdad se quedara?"

"Sí, es un poco extraño..."

"Lo sé, cada año se va, que se quede es muy raro viniendo de él. Pero no me quejo"

♡Cupido Stalker♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora